Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y su esposa Emma Coronel sorprendieron en la audiencia 32 del llamado Juicio del Siglo en Nueva York. La pareja se presentó vestida con sacos de terciopelo color vino tinto, camisa blanca y pantalón negro, en una suerte de estar uniformados. Por lo que captaron las miradas de los presentes.
El mensaje subliminal del acusado de 61 años y su actual esposa de 29 habría sido para Lucero Guadalupe Sánchez López, examante de Guzmán Loera, quien subió por segunda vez al estrado para continuar su testimonio como testigo de la fiscalía, en donde continuó con la descripción de su relación y decepciones que vivió.
La defensa de Guzmán dijo desconocer sobre tal coincidencia y Coronel dijo a medios que asistieron a la Corte Federal del Distrito Este de Brooklyn que no fue un acuerdo sino muestra de que “están conectados”.
El mensaje para la testigo fue claro: no importa lo que dijera ante la palestra, ellos están unidos hasta en como visten.
Los fiscales y todos en la sala esbozaron risas por la uniformidad de la pareja. Inluso reportan que el abogado Balarezo salió de la sala para soltar una carcajada.
Leen carta del Chapo a la exdiputada
Sánchez López reanudó su testimonio el martes por la mañana en donde declaró que hasta su aparición en el juicio pensaba que tenía una relación de pareja con el capo.
La también conocida como Chapodiputada aseguró que la idea de hacerse a una identificación falsa para visitar al narcotraficante en la cárcel en 2014 fue del propio capo, y reveló que días antes de ser capturado, en febrero de ese mismo año, el ex líder del Cártel de Sinaloa tenía miedo a ser detenido.
La exdiputada local en Sinaloa indicó que mantuvo comunicación con el acusado mientras estuvo en la cárcel vía cartas y de su entonces abogado, Manuel Ozuna.
La Fiscalía presentó una carta de amor enviada por El Chapo desde la prisión a Sánchez, cuando aún era diputada, en la que explicaba su plan para visitarlo en el penal del Altiplano, a donde fue llevada en febrero de 2014.
En su testimonio, Lucero Sánchez leyó la primera línea de una de esas misivas, que comenzaba diciendo: “Para mi reina, que es amada”, ante la indiferente mirada de Coronel, quien parecía no atender las declaraciones y alisaba el pelo.
Sánchez reconoció la letra del acusado porque, según dijo, estuvo presente en ocasiones en las que El Chapo escribía cartas y también porque “eran las palabras de amor que me escribía siempre”.
