Redacción ejecentral
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, protagoniza el nuevo número de la edición mexicana de la revista “Vanity Fair”, para la cual dio una entrevista sobre la relación con su esposo y su familia, y se mostró en contra de las operaciones estéticas.
Melania aparece sonriente en la portada de febrero, vestida de blanco con un plato lleno de joyas que simula estar enrollando en un tenedor como si comiera pasta.
En las declaraciones concedidas a la publicación, la esposa del nuevo mandatario estadunidense fija su posición de “no entrar en política ni en temas legislativos”, porque es Trump “quien se ocupa de esas cosas”.
Respecto a los consejos que le da al empresario neoyorquino, asegura que “nadie se entera y nadie se enterará jamás, todo eso queda entre mi marido y yo”.
La exmodelo eslovena narra a la revista del grupo editorial Condé Nast cómo conoció a su esposo durante la Fashion Week de Nueva York. En ese momento no le quiso dar su número telefónico, por lo que se lo pidió a él porque “quería ver cuáles eran sus intenciones”.
“Hubo mucha química entre nosotros, pero su fama no me impresionó. Es posible que él lo notara”, precisa Melania.
Asimismo, afirma que nadie la controla, que viaja con el magnate cuando puede y que la “apoya mucho”. “Si le digo ‘me voy a dar un baño o me van a dar un masaje’, él no se opone”, cuenta.
Por otra parte, manifiesta su postura en contra del “bótox y las inyecciones”, debido a que las considera perjudiciales “para la cara y para los nervios”.
La primera dama asegura que nunca ha empleado estos métodos estéticos. “Todo es mío. Envejeceré con dignidad, como le pasa a mi madre”, agrega.
La publicación también recupera el testimonio del hermanastro de Melania, Denis Cigelnjak, fruto de una relación que tuvo su padre con una mujer de su pueblo antes de casarse con su madre.
Acerca de este tema, destaca que conoce la existencia de su hermanastro “desde hace años” y pide respetar la privacidad de su padre. (Con información de EFE).KT