Mientras que la mayoría de las personas saben qué es la anorexia nerviosa y lo que supone para quienes la padecen, muy pocas conocen el término megarexia ni saben a qué se refiere. Resulta sorprendente, si tenemos en cuenta que por cada persona que sufre anorexia hay hasta 10 que sufren megarexia. En qué consiste la megarexia o fatorexia La megarexia es casi opuesta a la anorexia. Esta última es un trastorno que se caracteriza por una percepción distorsionada de su cuerpo que les hace a las personas ver obesidad donde hay delgadez y realizan muchas restricciones a la hora de alimentarse. La anorexia en muchos casos se hace extrema y provoca desnutrición severa y puede llegar a tener terribles consecuencias. Por suerte, en la actualidad existe bastante información sobre este trastorno y sus síntomas se detectan con cierta rapidez. En cambio, la megarexia es una gran desconocida, a pesar de afectar a más gente que la anorexia o la bulimia. Este trastorno lo padecen aquellas personas que no se perciben obesas a pesar de estarlo. Se ven delgadas y sanas, por lo que no realizan ejercicio físico, no cuidan sus hábitos alimenticios y se permiten comer grandes cantidades de comida, por lo general, chatarra, llena de calorías vacías. La padecen, sobre todo, personas que antes eran delgadas, pero han sufrido un notable aumento de peso. La megarexia y el déficit de nutrientes Aunque las personas que la padecen comen en exceso, no suele tratarse de comida saludable y nutritiva, sino de comida precocinada, dulces y botanas, alimentación que carece de las vitaminas y minerales que el organismo necesita para estar sano. Son personas que pueden padecer anemia, pero también diabetes, tener problemas cardíacos, e incluso sufrir consecuencias más graves. La falta de nutrientes también provoca una alteración neuronal que, al igual que a los enfermos de anorexia, les impide ver la realidad. El problema es que no es un trastorno diagnosticado en la mayoría de los casos, a pesar afectar a nuestra salud y a la bioquímica del cerebro, aunque se cura al seguir el tratamiento adecuado. Principales síntomas Los megaréxicos, a pesar de padecer un evidente exceso de peso, no aprecian que haya ningún problema, se sienten orgullosos de su aspecto físico y se consideran “fuertes”. Sus hábitos alimenticios son poco saludables y comen más cantidad de comida de la que deberían y alimentos carencia de nutrientes. No les gusta pesarse y rechazan las básculas, por lo que desconocen su peso real. Visten con ropa amplia que no se pegue al cuerpo y disimule su figura. También evitan, por ejemplo, hacerse fotos de cuerpo entero y los espejos de cuerpo entero porque no pueden aceptar su propia figura. No les gusta ir de compras porque tienen que enfrentarse a su verdadera talla, mayor de lo que imaginan y esto les produce desconcierto y tristeza. Aunque aún no se trata de manera oficial y el término es todavía pseudocientífico, son muchos los profesionales que la consideran un problema en aumento que se soluciona con terapia psicológica y una dieta adecuada.