La construcción del Tren Maya y el Corredor Transístmico, proyectos emblemáticos del presidente Andrés Manuel López Obrador, violan los derechos de los pueblos indígenas al despojarlos de sus territorios originales, según el último informe de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
Este reporte apunta que “la administración federal ha seguido con esta política de despojo lanzando proyectos que destruirán los territorios indígenas, sin que hasta el momento se haya realizado una consulta previa, libre, informada y culturalmente adecuada a las comunidades que se verían afectadas por ambos proyectos”.
Las conclusiones del estudio demuestran que “las autoridades mexicanas han implementado una política de despojo territorial en beneficio de intereses privados con el argumento del desarrollo de las comunidades indígenas”.
Especialistas consultados para este informe señalan que las comunidades indígenas del país son las más vulnerables respecto a sus derechos fundamentales, y que “el despojo y la explotación hacia este grupo ha prevalecido en la actual administración”.
La investigación también revela que el avance de la militarización en el país ha favorecido a estas violaciones, especialmente porque las carpetas de investigación contra personas indígenas se “caracterizan por fabricación de confesiones o declaraciones inculpatorias obtenidas a través de la tortura”.
Finalmente, el reporte descubre que las personas de estos grupos enfrentan con mayor frecuencia el desplazamiento forzado a causa de la violencia, algo que “afecta sus bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales”.
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