La policía de Macedonia disparó gases lacrimógenos a los refugiados que intentan entrar desde Grecia, luego que miles de migrantes quedaron varados en tierra de nadie por el cierre de la frontera entre ambos países.
Varios miles de personas procedentes de Oriente Medio, África y Asia, muchos de ellos de Siria, pasaron la noche a la intemperie después de que Macedonia declaró el estado de emergencia y bloqueó su frontera a los refugiados que huyen de la guerra.
El flujo a Macedonia había llegado a ser de entre mil 500 a dos mil en las últimas semanas, frente a unos 200 en mayo pasado, dando lugar a escenas desesperadas de multitudes que luchan para abordar los trenes en una estación cercana.
Macedonia se ha convertido en una importante ruta de tránsito para migrantes que se dirigen desde Grecia a países más prósperos de la Unión Europea.
Autoridades macedonias, sin embargo, negaron que se haya registrado cualquier enfrentamiento. El portavoz del Ministerio del Interior, Ivo Kotevski, sostuvo que no había “ningún incidente, no hay gases lacrimógenos (...) nada de eso pasó en el lado macedonio”.
Otros refugiados están atrincherados en la ciudad macedonia de Gevgelija, desde donde planeaban tomar trenes que los llevaran a la frontera de Serbia en su camino hacia Hungría, que también ha tomado medidas contra los migrantes.
Miles de refugiados que viajan en autobuses desde Grecia a Macedonia llegan a territorio europeo a través de las islas griegas del mar Egeo, que a diario reciben a miles de indocumentados por su cercanía con las costas de Turquía.
Según cifras oficiales, más de 40 mil indocumentados llegaron a Macedonia en los últimos dos meses. vía Notimex
