Como si de una confesión se tratara, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que se equivocó con la elección de ministros que ha hecho durante su administración, pues no lo han apoyado en la transformación. ¿Quería ministros a modo?
En la mañanera de este viernes, la confrontación que el mandatario ha mantenido las últimas dos semanas con el Poder Judicial, fue transferido al subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía, quien hizo una exposición sobre lo que implicaría la eliminación de la prisión preventiva oficiosa.
El funcionario detalló que esta medida fue emitida para proteger a la víctima y a su familia del agresor, evitar que los presuntos delincuentes se den a la fuga, evitar la reincidencia, entre otros, pero eliminarla podría repercutir en la impunidad.
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El funcionario reveló los nombres de los legisladores que en el pasado votaron en favor de mantener esa figura en la ley, entre ellos, Marko Cortés, César Camacho Quiroz, José Rosas Aispuro, Santiago Creel, Manlio Fabio Beltrones, Jesús Murillo Karam y Alejandro Moreno Cárdenas.
Mejía Berdeja dijo que la puesta en marcha de esta medida fue para evitar la llamada “puerta giratoria” donde “el presunto criminal sale en libertad supuestamente vinculado a un proceso penal, pero finalmente en la libertad de seguir cometiendo ilícitos y vuelve a delinquir, generando un impacto en la sociedad y una enorme sensación de impunidad”.
Sin embargo, si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) elimina la prisión preventiva, como se detalla en los proyectos, se pasará a una “puerta abierta”, donde las 92 mil personas que se encuentran en prisión por delitos graves buscarían ser excarcelados, “con lo cual habría una gran, gran impunidad”, explicó Ricardo Mejía.
Sin embargo, explicó que la Corte solamente puede invalidar leyes que atenten contra la Constitución, por lo que, si la SCJN determina invalidar un artículo constitucional, como lo es la prisión preventiva oficiosa, “sería la primera vez en la historia del país que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se erige en un poder constituyente e invalida un artículo de carácter constitucional”.
Ministros “espurios”
Luego de la exposición de Ricardo Mejía, el tema volvió a las manos de quien la inició. Y aunque arrancó afirmando que no interviene en asuntos de otros poderes, ni en cuestiones relacionadas con el partido que lo llevó al poder, sí está interesado en la decisión que tomará la Corte. E inició su crítica. Esta vez fue más allá. Recordó que a su llegada sabía que tenía que realizar cambios, una transformación en el Poder Judicial, porque los ministros estaban a disposición de las alianzas de la oligarquía.
“Abogados sin principios, sin ideales, sin amor al pueblo, si acaso técnicos en la aplicación de las leyes, con la idea esta retórica del conservadurismo de que la ley es la ley, haciendo a un lado a la justicia”, apuntó.
Al decidir no proponer una reforma, recordó que podía proponer a ministros nuevos que se sumarían a “los que están ahí decentes”, lo que le daría una mayoría en la Suprema Corte, pero trató de matizar diciendo que no para que lo apoyaran en abusos, sino para reformar el Poder Judicial.
“¿Y qué creen? Me equivoqué, porque hice propuestas, pero ya una vez que propuse, ya por el cargo o porque cambiaron de parecer, ya no están pensando en el proyecto de transformación y en hacer justicia, ya actúan más en función de los mecanismos jurídicos”, cuestionó.
El Presidente lamentó que Juan Luis González Alcántara, Yasmín Esquivel Mossa, Ana Margarita Ríos-Farjat y Loretta Ortiz Ahif, los ministros propuestos por él, ya no apoyen la transformación y se alineen a los mecanismos jurídicos.
“Y yo respeto eso, porque pues yo propongo, pero yo no quiero incondicionales, yo quiero que haya mujeres y hombres libres, conscientes y que cada quien asuma su responsabilidad”, finalizó.
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