McCain llega por última vez al Capitolio; colegas lo despiden
El féretro del senador será expuesto durante dos días en la rotonda de dicho lugar, un honor que sólo han recibido 30 personas en la historia de EU
Los estadounidenses honran este viernes al fallecido ícono nacional John McCain, cuyos restos llegaron al Capitolio de Estados Unidos como parte de las ceremonias de despedida para el guerrero convertido en político. Cientos de miembros del Congreso, incluidos sus 99 colegas del Senado, asistieron a la ceremonia que se estaba realizando en la rotonda del Capitolio, un honor que se le ha otorgado solo a 30 estadounidenses a lo largo de la historia de la nación. El presidente Donald Trump, quien se enemistó amargamente con el senador, estuvo ausente de la ceremonia. La visita final de McCain a Washington, donde sirvió en el Congreso por 35 años, se llevará a cabo durante dos días, e incluye un servicio en el que los expresidentes George W. Bush y Barack Obama, un republicano y un demócrata, que terminaron con los sueños de la Casa Blanca de McCain, pronunciarán discursos fúnebres. Justo antes de las 15:00 horas, un guardia de honor militar llevó el ataúd cubierto por la bandera del senador por las escaleras del Capitolio. Dentro de la quietud de la rotonda, los asistentes de traje oscuro se mantuvieron a una distancia prudente de un catafalco vacío, utilizado por primera vez para honrar al asesinado presidente Abraham Lincoln en 1865, mientras el guardia de honor posicionó lentamente el ataúd sobre la estructura de madera. Entre los invitados estuvieron el exsecretario de Estado, Henry Kissinger, que avanzaba en una silla de ruedas a sus 95 años, el actor Warren Beatty, amigo de McCain, y el exsenador Joe Lieberman, quien en 20008 estuvo cerca de convertirse en su compañero de carrera. La bandera negra que identifica a los prisioneros de guerra, como la que se hizo volar cuando McCain y otros fueron prisioneros en Vietnam, está permanentemente en la rotonda con las palabras: “no te olvidan”. El exaviador naval, quien pasó más de cinco años como prisionero de guerra en Vietnam y regresó a casa para iniciar una extensa carrera política que lo llevó a ganar la nominación presidencial republicana en 2008, será enterrado el domingo en la Academia Naval en Annapolis, Maryland. “John McCain fue un gigante de nuestro tiempo, no solo por las cosas que consiguió, sino por quién fue y por lo que luchó toda su vida”, dijo el jueves jefe de la cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan. "(McCain fue un patriota y sirvió a nuestro país toda su vida. Lo vamos a extrañar”, tuiteó el senador Bob Corker, quien al igual que McCain ha sido un crítico del presidente Donald Trump. Los servicios fúnebres al senador, quien por meses planeó su despedida antes de morir el sábado a los 81 años tras batallar un año contra el cáncer, es visto por muchos como una especie de reprimenda hacia Trump, cuyo abierto desdén por McCain ha alarmado a muchos. Su amarga disputa surgió durante la campaña de Trump en 2016, cuando dijo que McCain no era un héroe de guerra. El líder multimillonario no fue invitado al funeral ni al entierro. El vicepresidente Mike Pence asistirá a la ceremonia en lugar de Trump, uniéndose al Secretario de Defensa, Jim Mattis, y al Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, en representación del gobierno. Cindy McCain, viuda del senador, y sus siete hijos, junto con su madre de 106 años Roberta McCain, estarán presentes en el funeral junto con su personal, gobernadores estatales, diplomáticos y otros dignatarios. Los restos de McCain fueron trasladados por un avión militar a Washington el jueves desde Arizona, la entidad que representó en el Congreso desde su primera elección en 1982. El exvicepresidente demócrata Joe Biden pronunció un entusiasta elogio de su amigo en una ceremonia en Phoenix, describiendo al hijo adoptivo de Arizona como un “hermano” y un “gigante” cuya creencia en el alma de Estados Unidos ayudó a darles a los ciudadanos su confianza y optimismo. Las palabras de Biden llegaron de cierta forma con el objetivo de marcar un contraste entre la integridad demostrada por su excolega del Senado y el estado de división política que se ha agravado con el gobierno de Trump. DC