Ante la creciente crisis migratoria que afecta tanto a México como a Estados Unidos, el gobierno estadounidense aclaró que la administración de Joe Biden no tiene contemplado construir un muro en la frontera entre ambos países —como se informó la víspera—, pues lo que se necesita es una estrategia con un enfoque integral e inteligente.
Así lo señaló el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, al precisar que el aviso para permitir la construcción de aproximadamente 32 kilómetros de muro fronterizo al sur de Texas, se trata de un proyecto de financiamiento de la administración anterior que los obliga por ley a utilizar esos recursos, que serán destinados a tecnología de vigilancia.
“No hay ninguna nueva política del gobierno con respecto a un muro en la frontera. Desde el día uno esta administración ha dejado en claro que un muro no es la respuesta. Esa sigue siendo nuestra posición y nuestra posición nunca ha cambiado (…) Hemos solicitado al Congreso que rescindiera esta instrucción, no lo han hecho, nosotros tenemos que seguir la ley”, puntualizó el funcionario estadounidense.
En el marco del Diálogo de Alto Nivel en Seguridad entre autoridades de ambos países, Mayorkas y el resto de la delegación estadounidense encabezada por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el fiscal general de ese país, Merrick Garland, destacaron que en este encuentro binacional se abordó por primera vez las estrategias conjuntas para atender el flujo migratorio irregular “sin precedentes” que hay en la frontera.
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Previo a la aclaración del secretario Mayorkas, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó el aviso sobre la construcción del muro al considerarlo como un retroceso” en lugar de una solución efectiva y destacó que hasta ahora Joe Biden es el único presidente que no ha construido muro.
En ese sentido, la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, subrayó que el gobierno de México está en contra de los muros, y en lugar de ello sostuvo se deben edificar “puentes”, por lo que aseguró que confía en el liderazgo del presidente Biden y la cooperación conjunta para invertir en otro tipo de recursos para mejorar la seguridad fronteriza.
“Tengo entendido que no va a ser a través de muros, sino a través de tecnologías, va a ser a través de otro tipo de instalaciones para poder detectar (flujo migratorio), para poder hacer más bien caminos, y creo que eso es lo que el secretario Mayorkas nos ha hecho a favor de aclarar”, refirió la canciller en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
Van contra precursores
En el marco de los acuerdos alcanzados en materia de la prevención del consumo de drogas y el combate al tráfico de drogas sintéticas, principalmente de fentanilo, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, destacó la propuesta que hizo la Secretaría de Marina para consolidar una coalición internacional enfocada al seguimiento de todos los precursores químicos para la fabricación de drogas sintéticas.
“Llegar a un acuerdo internacional en beneficio de las poblaciones para que los precursores químicos se comercialicen con todas las reglas y los controles de los destinos finales. Y también continuaremos en la persecución de las organizaciones criminales que compran, fabrican y distribuyen las drogas sintéticas”, precisó la secretaria.
Sin embargo, un aspecto polémico abordado en la conferencia de prensa que encabezaron la titular de la SSCP, la canciller Bárcena; y por la delegación estadounidense el secretario Blinken, el secretario Mayorkas y la asesora de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, fue precisamente el tema referente a si en México se produce o no fentanilo.
Luego de que el fiscal general de ese país, Merrick Garland, aseguró que ambos países estaban haciendo “todo lo posible” para detener y acabar con los eslabones que generan el tráfico de fentanilo, el cual refirió inicia con algunas empresas de productos químicos en China, desde donde se envían los precursores, y en México cárteles como el Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa los ocupan para fabricar las dosis que pasan por la frontera hacia Estados Unidos.
Tanto la secretaria Rodríguez como la canciller Bárcena rechazaron que en México existan laboratorios o se produzcan los precursores químicos que dan a lugar al fentanilo y tampoco se produce esa droga sintética como tal; no obstante, reconocieron la existencia de laboratorios clandestinos para la elaboración de drogas sintéticas como las metanfetaminas.
Pese a las contradicciones en torno a si México es considerado un país productor o no de fentanilo, el secretario Blinken aclaró que no tenía duda alguna respecto al compromiso de México para enfrentar el “urgente reto” que implica no sólo el tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas, sino en erradicar el tráfico ilegal de armas y la crisis humanitaria por el aumento del flujo migratorio en la frontera.
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