El rechazo social, la discriminación y violencia que enfrentan los jóvenes de minorías sexuales e identidades de género diverso, como personas queer o no binarias, tienen un impacto considerable en su salud mental, al aumentar las probabilidades de pensar o intentar quitarse la vida frente a otros grupos de la misma edad. Esto concluyó un estudio publicado en la revista especializada de la Asociación Médica Canadiense.
Un análisis de los resultados de la última encuesta de salud de niños y jóvenes canadienses reveló que los adolescentes que pertenecen a estas minorías, especialmente los transgénero, tienen una probabilidad hasta ocho veces mayor que otros grupos en los intentos de quitarse la vida, mientras que el riesgo de desarrollar pensamientos suicidas se disparó un 500% en esta población.
Los datos mostraron que más de la mitad de las personas transgénero en este grupo de edad habían considerado seriamente acabar con su vida en el lapso del último año, lo que demuestra la falta de programas específicos para atender a esta población que es sometida a diversas formas de acoso y discriminación constante.
Ian Colman, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Ottawa, remarcó que “estos hallazgos, que muestran aumentos dramáticos en el riesgo de suicidio, deberían sonar como un llamado de atención de que se necesita apoyo adicional”; además, otros expertos en salud mental han dicho que esta proporción podría duplicarse en países en desarrollo como México, en donde la violencia sexual y de género se considera una epidemia.