May arriesga paz en Irlanda del Norte

18 de Diciembre de 2024

May arriesga paz en Irlanda del Norte

Britain Northern Ireland Protestant Parades

Loyalists attack riot police close to the Ardoyne area of North Belfast, Northern Ireland, Friday, July 12, 2013. Protestant hardliners attacked lines of Belfast riot police Friday as Northern Ireland’s annual mass marches by the Orange Order brotherhood reached a furious, chaotic end with running street battles at several urban conflict zones. (AP Photo/Peter Morrison)

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Peter Morrison/AP

Loyalists attack riot police close to the Ardoyne area of North Belfast, Northern Ireland, Friday, July 12, 2013. Protestant hardliners attacked lines of Belfast riot police Friday as Northern Ireland's annual mass marches by the Orange Order brotherhood reached a furious, chaotic end with running street battles at several urban conflict zones. (AP Photo/Peter Morrison)

Major exprimer ministro se dijo preocupado en el acuerdo que busca la primer ministro con el UDP

robert.mackey@theintercept.com Dos décadas de paz en Irlanda del Norte podrían estar en peligro si el nuevo gobierno del Reino Unido se apoya en el Partido Unionista Democrático (UDP) de Ulster, que representa a una de las dos viejas partes en conflicto, dijo el martes el exprimer ministro John Major. “Creo que el proceso de paz es frágil”, dijo Major, un exlíder del Partido Conservador. Major compartió su preocupación por que la actual líder de su partido, la primera ministra Theresa May, trabaja para lograr un acuerdo con la líder del UDP, Arlene Foster, que permitiría a los conservadores formar un gobierno con el apoyo de los unionistas del Ulster. Durante su tiempo en el cargo, Major ayudó a arrancar el proceso que eventualmente llevó al fin la violencia y a una asamblea finamente equilibrada en Belfast, donde el poder es compartido entre la comunidad protestante principalmente unionista, que celebra su herencia británica, y la comunidad mayormente católica-nacionalista, que se identifica como irlandesa. “Una parte fundamental de ese proceso de paz es que el gobierno del Reino Unido necesita ser imparcial entre todos los intereses que compiten en Irlanda del Norte”, dijo Major.

❝Y el peligro es que, por mucho que cualquier gobierno intente, no será visto como imparcial si sus decisiones se derivan de un pacto parlamentario firmado en Westminster con uno de los partidos de Irlanda del Norte❞.

“Lo último que la gente quiere ver es que los radicales que aún acechan en los rincones de las comunidades decidan que quieren el regreso de alguna forma de violencia”, añadió Major. Esta preocupación se hace más acuciante por dos factores: la amenaza del Brexit, que podría hacer necesaria una reconstrucción de barreras a lo largo de la frontera actualmente invisible entre Irlanda del Norte e Irlanda, una vez que el Reino Unido abandone la Unión Europea, así como el hecho de que la asamblea local de Irlanda del Norte está en crisis.

Enemigos religiosos. La rivalidad entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte sigue siendo motivo de disturbios en las calles.

A diferencia de los otros partidos importantes de Irlanda del Norte, y el 56 por ciento de los votantes de la región, el UDP apoyó el Brexit dado que, aparentemente, veía como una amenaza existencial la erosión gradual de las fronteras entre la parte de la isla que aún pertenecía al Reino Unido y la República de Irlanda. Al mismo tiempo, los votantes del partido se han beneficiado económicamente de la disolución efectiva de la frontera, y de los fondos de desarrollo de la Unión Europea. Eso podría explicar las desconcertantes promesas en el manifiesto electoral del UDP de trabajar por una “frontera sin fricciones con la República de Irlanda”, y mantener la “capacidad de optar a fondos de la UE”. Por su parte, el gobierno local no ha estado en sesión desde hace meses, ya que el Sinn Fein, el partido que servía como ala política del Ejército Republicano Irlandés, retiró su cooperación al UDP, apoyado por viejos paramilitares leales, aduciendo una mala administración de Arlene Foster de un programa de energía renovable que podría terminar costando a Irlanda del Norte cientos de millones de libras. Sin embargo, si el nuevo gobierno de Reino Unido sólo puede funcionar con el apoyo de los unionistas, será difícil ver cómo es que podría actuar, junto con el gobierno irlandés en Dublín, como un árbitro neutral en las conversaciones entre las dos partes en el Ulster.

Traducción: Carlos Morales