En algunos casos la presencia del crimen organizado pone en una disyuntiva a los elementos de seguridad, quienes deben decidir entre apoyar a sus integrantes o negarse. En ambos casos esto implica exponerse a un riesgo. En Colima, por ejemplo, la disputa entre dos grupos antagónicos ha dejado cinco uniformados muertos en lo que va del año. El caso más reciente es el de Rafael Arreguín Landín, Director Operativo de Seguridad de Villa de Álvarez.
El mando policiaco salía esta mañana de su domicilio, ubicado en la colonia Los Ángeles, cuando fue atacado por sujetos armados. Los impactos de bala lo dejaron malherido, por lo que fue llevado a un hospital cercano, en el cual murió minutos después de su arribo.
“Esta intolerante acción es la muestra de la gran descomposición que en el tema de seguridad hemos vivido en los últimos años”, señalo el Ayuntamiento de Villa de Álvarez al confirmar la muerte de Rafael Arreguín.
En el pronunciamiento se enviaron condolencias a sus amigos y compañeros, así como a su familia, entre quienes destacan su esposa e hijo; además, se exigió a la fiscalía del estado realizar las investigaciones necesarias para esclarecer el “cobarde atentado”.
Hay que señalar que la lucha entre los cárteles Jalisco Nueva Generación e Independiente de Colima (también identificado como Los Mezcales) ha incrementado la violencia en la entidad. Dicha confrontación provocó, por ejemplo, la riña al interior del Cereso ubicado en la capital, la cual dejó nueve muertos el pasado 25 de enero.
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Tras este enfrentamiento se han incrementado los enfrentamientos armados, tanto entre hombres armados como entre éstos y policías. Con el caso de Rafael Arreguín ya son cinco los uniformados asesinados en lo que va del año. El primero fue el de José Luis Acevedo Nava, comandante de la policía de Villa de Álvarez, quien fue ultimado a tiros afuera de una tienda de abarrotes en la colonia Tulipanes.
No obstante, la violencia contra los policías se intensificó desde 2020. En junio de ese año fueron reportados siete uniformados como desaparecidos, días después fueron encontrados sus cuerpos sin vida. Mientras tanto, a más de dos años de distancia, la disputa entre los dos cárteles referidos se mantiene en el estado. Ga
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