Los precios de las gasolinas han sido la piedra en el zapato para el presidente Andrés Manuel López Obrador dado que ha tenido que desembolsar grandes cantidades de recursos para subsidiarlos.
En ese momento, la cotización internacional combustible tiene un aumento de 2.95% a 3.4291 dólares el galón, el precio más alto en las últimas dos semanas, recordando que los precios se habían desinflado en días pasados por las pláticas de paz y un menor temor en el corte de los suministros.
La Administración de Información de la Energía de Estados Unidos reveló que la producción de gasolina aumentó ligeramente en 424 mil barriles, pero los inventarios cayeron en 2.95 millones de barriles la última semana, lo que le pondrá mayor precio a las cotizaciones en medio de la creciente demanda. A ello se suma la preocupación del suministro ruso a Europa que acota la disponibilidad y presiona las operaciones.
Esta situación obligará al gobierno de México ha incrementar nuevamente los estímulos económicos para evitar un alza considerable en los precios al consumidor, debido a que es una promesa gubernamental el que no se eleven más allá de la inflación.
Cálculos de este medio con base en cifras de Hacienda y Pemex, por concepto de la condonación del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS) y el subsidio extra que está aplicando el gobierno a los combustibles, del 1 de enero a esta semana le está costando alrededor de 50 mil millones de pesos.
De acuerdo con el propio presidente de la República, los subsidios extras que está aplicando su administración provienen de los ingresos petroleros que han sido mayores a lo estimado por la propia Secretaria de Hacienda.
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