A más de cuatro meses del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, en Cerocahui, Chihuahua, José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, presunto homicida de los religiosos, sigue prófugo, mientras que un presunto operador fue detenido.
La Fiscalía de Chihuahua informó sobre la detención de Fernando “N”, quien es conocido como El Cuervo, y quien presuntamente sería un operador de la célula delictiva liderada por El Chueco.
De acuerdo con la dependencia estatal, Fernando “N” fue detenido en Témoris, una localidad del municipio de Guazapares que forma parte de la región montañosa que comprende la Sierra Tarahumara.
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Esta persona contaba con una orden de aprehensión por el homicidio del activista Cruz Soto Caraveo, quien fue reportado como desaparecido y posteriormente localizado sin vida en octubre de 2019 en Monterde, también en el municipio de Guazapares.
El activista fue interceptado por sujetos armados luego de participar en una reunión con funcionarios de la Secretaría de Agricultura federal, pues desde el año 2014 trabajaba para recuperar tierras que habían sido arrebatadas por organizaciones criminales.
La captura de El Cuervo, operador de Portillo Gil, se realizó durante un operativo realizado en Témoris durante la madrugada de este miércoles, en donde además le fueron decomisadas armas de fuego, equipos de radiocomunicación y un vehículo que contaba con reporte de robo.
Fernando “N” fue puesto a disposición de las autoridades y se suma a la lista de más de una decena de detenidos por su vínculo con El Chueco, quien es buscado por las autoridades por el asesinato de los sacerdotes jesuitas, un guía de turistas y un joven con quien habría tenido una disputa derivado de un juego de béisbol.
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