Hasta marzo pasado, la deuda de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) superó 21 mil 100 millones de dólares (poco más de 426 mil millones de pesos), de acuerdo con una revisión de ejecentral. Pero ese no es el único problema en la empresa del Estado.
En ese nivel de pasivo con costo, sobresale que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha transferido la mayor cantidad de impuestos pagados por los contribuyentes a la compañía.
Durante abril, las transferencias del gobierno federal a la CFE aumentaron 277% al inyectar tan sólo en un mes más de 28 mil millones de pesos, el mayor monto en todo lo que va del gobierno que impulsa la Cuarta Transformación.
Al respecto, la calificadora Moody’s advirtió que ante las nevadas de febrero pasado en Texas, los costos de la CFE por el suministro de gas generaron un “aumento de dos mil 500 millones de dólares en los costos operativos de la CFE”.
Además advirtió que “México no cuenta con una infraestructura resiliente de almacenamiento de gas natural, y la crisis evidenció la falta de preparación de la CFE para este tipo de eventos, lo que hace que el país sea vulnerable a cortes de suministro” de energía eléctrica, indicó la calificadora.
›Moody’s señaló que en respuesta a las nevadas en Estados Unidos, la compañía había anunciado inversiones de hasta tres mil 500 millones de pesos para expandir su infraestructura de almacenamiento de gas natural con la finalidad de aumentar las reservas existentes.
DATO: La liquidez de la CFE podría verse afectada aún más en 2021, pues tardará hasta 24 meses en recuperar completamente el incremento de los costos en el cobro de tarifa.
El hijo consentido
En el primer trimestre, la CFE generó pérdidas desde el nivel bruto. Es decir, pagó más por lo que vendió. Por cada mil pesos vendidos, gastó mil 12 pesos. Así, las pérdidas brutas fueron por mil 864 millones, al agregar los gastos de administración, las pérdidas operativas fueron por cinco mil 834 millones de pesos y al considerar los costos financieros, CFE tuvo pérdidas netas por más de 35 mil 606 millones de pesos, según datos consultados por ejecentral.
Para la calificadora, la “CFE enfrenta dificultades debido al aumento de los costos operativos y a la incertidumbre en torno al financiamiento de su plan de inversión, lo que podría llevar a un deterioro prolongado de sus indicadores crediticios”.
Actualmente, la CFE tiene una calificación de “Baa1”, es decir siete peldaños abajo del nivel máximo del grado de inversión o tres peldaños arriba de los llamados “bonos basura” o de alto rendimiento para los acreedores que financian proyectos. El “Baa1” es el mismo que tiene Moody’s para la calificación soberana de México.
Pese a esta debilidad, la calificadora señaló que “la CFE tiene un vínculo estrecho con el gobierno de México , y asumimos una alta probabilidad de apoyo del gobierno dada la importancia estratégica de la CFE para la economía del país”.
Con el deterioro de los estados financieros, “la CFE seguirá beneficiándose del apoyo gubernamental, incluso con el deterioro de las finanzas de México. A pesar de los desequilibrios macroeconómicos y a los retos fiscales que afectan negativamente al soberano, consideramos que la probabilidad de respaldo a la CFE permanece intacta”.
Por lo anterior, la Comisión apostó por la generación de energía con fuentes de combustible de mayor costo, como el diésel y el combustóleo. Ese impacto a las finanzas se agravó con los contratos de emergencia que pactó después del corte de gas natural por las nevadas en Houston.
Respecto a ese deterioro financiero, Moody’s indicó que si bien “el gobierno federal ya cubrió la mitad del aumento de los costos de la CFE, la liquidez de la compañía podría verse afectada aún más en 2021, ya que tardará de hasta 24 meses en recuperar completamente el incremento de los costos, mediante el cobro de tarifas”.
Lo anterior, “aumentará la dependencia de la compañía de las transferencias del gobierno para mitigar la presión actual sobre el capital de trabajo y la liquidez”
Dicha debilidad financiera se corrobora con su balance financiero de los últimos 14 años y cinco meses, desde que Felipe Calderón asumió la presidencia de la República hasta abril pasado, con Andrés Manuel López Obrador. En 84 meses la empresa del Estado reportó números negros (superavitarios) en el balance financiero antes de transferencias del gobierno federal.
En contraste, en el equivalente a 72 meses se reportaron números rojos o pérdidas. Sin embargo, en algunos meses estuvieron influenciados por el mayor volumen de transferencias. Por ejemplo, en abril pasado, con el mayor monto de los últimos 29 meses se obtuvo un balance antes de transferencias positivo por dos mil 905 millones.
En los primeros 29 meses del sexenio de López Obrador, se han inyectado impuestos recaudados (transferencias) por más de 215 mil 800 millones de pesos. Dicho monto equivale a casi 10 mil 700 millones de dólares o a la compra de nueve refinerías de petróleo como la texana Deer Park, considerando el valor por el 100% de las acciones.
Las transferencias a la CFE con López Obrador superan 14 veces a 15 mil 68 millones de pesos que inyectó en el mismo periodo en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Además es 230 veces superior a las transferencias que inyectó el gobierno de Felipe Calderón con 939 millones de pesos (46 millones de dólares). Con Vicente Fox, al menos en los primeros 29 meses de su sexenio, no hubo transferencias.