Un juez despejó el camino para que Martha Sepúlveda, una colombiana que sufre intensos dolores por una enfermedad incurable, pueda someterse a la eutanasia, tras la decisión de los médicos de cancelar el procedimiento a última hora.
En una sentencia difundida este jueves, el juez Omar Vásquez falló a favor de la mujer de 51 años y ordenó a una institución médica que le dé asistencia para que muera “dignamente”.
Sepúlveda tenía previsto morir de manera asistida el 10 de octubre, lo que la convertiría en la primera colombiana en recibir la eutanasia sin ser una paciente en fase terminal.
Sin embargo, un comité médico del Instituto Colombiano del Dolor (Incodol) anuló su eutanasia en el último momento, alegando que tenía expectativas de vida más altas que las que había estimado inicialmente.
Comenzó entonces la batalla legal para que la mujer pudiera hacer valer sus derechos en el único país de América Latina donde la muerte asistida está despenalizada.
En el fallo de primera instancia, que puede ser impugnado, la justicia ordenó a la institución médica que “acuerde” con Sepúlveda “el día y la hora en que habrá de llevarse a cabo el procedimiento eutanásico, siempre y cuando ésta mantenga su voluntad de practicarlo”.
De momento, la mujer no ha programado una nueva fecha para morir.
En julio la corte que vela por el cumplimiento de la Constitución amplió “el derecho a la muerte digna” para pacientes que no estén en fase terminal.
Sepúlveda fue diagnosticada con una enfermedad neurodegenerativa sin cura, esclerosis lateral amiotrófica, que le causa fuertes dolores y le impide caminar con normalidad.
“Cobarde seré, pero no quiero sufrir más, estoy cansada”, había dicho en una entrevista difundida por Caracol Televisión el 3 de octubre.
Su eutanasia recibió luz verde por tratarse de una paciente con “enfermedad incurable avanzada”, “síntomas físicos y/o psicológicos que generan sufrimiento” y “capacidad para la toma de decisiones”, señaló Incodol.
Pero en un documento escueto que llegó por debajo de su puerta en las horas previas a su procedimiento, la entidad canceló la eutanasia por determinación “unánime” del comité médico que antes la había aprobado.
En América Latina solo Colombia despenalizó la eutanasia en 1997, pero aún quedan vacíos que impiden el cumplimiento de ese mandato en este país de tradición conservadora.
Según cifras oficiales, 157 personas han recibido la eutanasia en el país, todos ellos en la fase terminal de una enfermedad.
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