Manzanillo, barrera en el Pacífico mexicano contra el fentanilo
Agentes de la Marina aseguran que trabajan solos en el puerto de Manzanillo, sin la asistencia técnica del gobierno estadounidense
El puerto de Manzanillo, en la costa del Pacífico mexicano, está en primera línea en la lucha contra el fentanilo, una droga que ha causado miles de muertes y tensión entre Estados Unidos y China.
Metanfetaminas, cocaína y marihuana: desde 2018 se incautan “cantidades muy significativas” de estas sustancias ilícitas, dice la Marina de México, encargada de vigilar este puerto.
Sin embargo, las incautaciones de los precursores químicos para fabricar fentanilo, un opiáceo sintético que es 50 veces más potente que la heroína, comenzaron en 2022, explica el capitán Luis Martínez, durante una visita de la prensa al puerto.
“No quiero decir que antes no pasaban (las incautaciones). Antes del 2022 no estaban regulados”, detalla.
El trabajo para asegurar esas sustancias conlleva riesgos. En mayo, el subdirector de aduanas de Manzanillo, Sergio Emmanuel Martínez, fue asesinado apenas quince días después de asumir el cargo. El funcionario había trabajado previamente en la aduana de Matamoros (noroeste), en la frontera de Estados Unidos, una de las zonas más peligrosas de México.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, atribuyó el asesinato a la lucha de su gobierno contra las importaciones de esos precursores químicos.
“Nosotros estamos combatiendo el tráfico de droga, impidiendo la introducción de estos químicos, destruyendo laboratorios, haciendo nuestro trabajo”, ha dicho el mandatario.
Agentes de la Marina aseguran que trabajan solos en el puerto de Manzanillo, sin la asistencia técnica del gobierno estadounidense.
Metanfetaminas en el tequila
Estados Unidos afirma que los precursores del fentanilo llegan de China a través de México. Los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco “están trabajando con empresas químicas radicadas en la República Popular China para conseguir su materia prima”, dijo recientemente la jefa de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA), Anne Milgram.
Hace un mes, la justicia estadounidense anunció que había procesado por primera vez a empresas chinas acusadas de introducir estas sustancias en Estados Unidos.
China prohibió en 2019 las exportaciones de fentanilo a Estados Unidos, donde las muertes por sobredosis de fentanilo pasaron de 69.000 en 2020 a 110.000 en 2022.
En un contexto de gran tensión entre China y Estados Unidos, los congresistas estadounidenses han culpado públicamente a Pekín de la epidemia de este opiáceo y piden que se tomen medidas contundentes.
Sin embargo, frenar la entrada de los precursores químicos para fabricar esa y otras drogas es una tarea compleja.
Por Manzanillo pasan cada año 3,5 millones de contenedores y la imaginación de los traficantes para mover las drogas en la región parece casi ilimitada.
La Marina asegura haber detectado este año un cargamento de más de 8.000 litros de tequila en botellas que contenían metanfetaminas: “La sustancia venía diluida”, explica el capitán Luis Martínez.
También se incautó recientemente cocaína mezclada con “abonos orgánicos”, prosigue el funcionario.
“En 2021 incautamos 1.712 kilos de marihuana con destino a Chile. La marihuana procedía de Guadalajara”, explica. La droga estaba escondida en cuatro contenedores que transportaban ladrillos.
La Marina asegura haber decomisado “42 toneladas” de precursores químicos para fabricar metanfetaminas en 2021.
Una vez que se incautan los precursores, los militares rompen su estructura molecular antes de que salgan del puerto.
“De esta forma garantizamos que ya no pueda ser utilizados para la fabricación de drogas sintéticas”, explica el capitán.
Sin embargo, es imposible inspeccionar cada uno de los contenedores que pasan por Manzanillo. “No podemos inspeccionarlos a todos. Priorizamos según el nivel de riesgo”, señala el militar.
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