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Ahora son familias completas y menores solos procedentes de Centroamérica, los que retan, de forma creciente, la endurecida política migratoria de Donald Trump.
En el último año, las redadas y los patrullajes arrojaron números positivos para la Casa Blanca, las rutas de la migración indocumentada son las mismas, aunque las características demográficas de quienes buscan el sueño americano se han modificado en los últimos 10 años, desde la presidencia de Barack Obama, según cifras consolidadas para el año fiscal 2017 (FY2017), y las correspondientes al primer trimestre del FY2018.
De acuerdo con datos mensuales del U.S Homeland Security (DHS), hasta diciembre de 2017, las detenciones de migrantes indocumentados que viajan en núcleos familiares aumentaron 21% entre noviembre y diciembre de 2017. También los menores de cero a 17 años de edad retaron con mayor frecuencia los operativos durante el último mes del año pasado. Según las cifras reveladas, la tasa de menores viajando solos que intentaron cruzar la frontera y fueron detenidos creció siete por ciento.
Los resultados, al menos para la retórica de su gobierno, resultan positivos y justificarían el proyecto de presupuesto del presidente Trump para seguridad nacional, de 33 mil millones de dólares. De ese monto, 18 mil se usarían en la construcción del muro fronterizo, ocho mil 500 para la contratación de cinco mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza en los siguientes siete años, y recursos para tecnología y personal.
Los responsables de la seguridad nacional estadounidense apuntalaron la política presidencial, al destacar que las cifras “prueban innegablemente la efectividad del compromiso del presidente Trump para asegurar nuestras fronteras”, comunicó el subsecretario de Prensa del DHS, Tyler Q. Houlton, en una declaración del 9 de enero pasado.
Aunque la administración federal no ha empujado acuerdos migratorios que ataquen problemas como el de menores que cruzan solos la frontera, las estadísticas son parte del golpeteo político de la Casa Blanca hacia legisladores para empujar “reformas de inmigración proamericanas responsables”.
Repuntan las capturas
Los efectos contra la migración indocumentada en la frontera sur, reflejados en detenciones y prohibiciones de ingreso, tuvieron su momento más álgido en los meses previos y posteriores a la elección del presidente Donald Trump.
En octubre de 2016, un mes antes de la elección del 8 de noviembre, la Patrulla Fronteriza reportó que 66 mil 708 migrantes fueron detenidos por cruzar ilegalmente la frontera o por que se les negó el ingreso legal en alguno de los puertos de entrada de la frontera sur.
Esa cifra sólo fue superada por el dato de mayo de 2014, poco más de un año después de la reelección del expresidente Barack Obama. Un número similar fue el de junio de ese mismo año, el cual cerró con 66 mil 541 detenidos por agentes fronterizos. Después de esos meses, las cifras en los siguientes dos años caen prácticamente 50% y repuntan hasta los meses previos a la elección presidencial.
En pleno fervor electoral y con el discurso antiinmigrante del entonces candidato republicano a todo vapor, la oficina de CBP reportó que 63 mil 361 migrantes indocumentados habían sido detenidos por sus agentes. Las estadísticas no retrocedieron hasta febrero.
Durante el primer año de Donald Trump al frente del gobierno de Estados Unidos, en promedio fueron detenidos 27 mil 147 migrantes en la frontera con México. El mes con la mayor cantidad de detenciones fue diciembre pasado, con 40 mil 513 casos registrados. En contraste, abril de 2017 fue el mes con menos casos, al cerrar con 15 mil 766 detenciones y prohibiciones de ingreso legal.
El promedio de detenciones para el primer año de Trump corresponde al 57.8% del promedio con el que cerró le último año fiscal de la presidencia Obama. En cifras anuales, el FY2016 acumuló 563 mil 204 migrantes detenidos o con ingresos rechazados, mientras que el FY2017 terminó con 415 mil 191 casos.
Cruces fronterizos
Geográficamente, la ruta más atractiva para cruzar sin documentos la frontera con Estados Unidos es por la región entre Ciudad Camargo, Tamaulipas, y Río Grande, Texas, en la llamada Frontera Chica.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza reportó que entre octubre y diciembre de 2017, cinco mil 125 menores que viajaban solos y 12 mil 124 unidades familiares fueron detenidos por agentes adscritos al sector de Río Grande.
En el caso de los menores que viajan solos, la segunda ruta en la que fueron detenidos con mayor frecuencia fue la de Tucson, Arizona, en la franja fronteriza correspondiente a Sonora, con mil 427 casos; así como el cruce entre San Luis Río Colorado, Sonora, y Yuma, Arizona, sector en el que fueron registrados mil 311 casos, para el último trimestre de 2017.
La ciudad de Yuma y sus alrededores es otro punto de cruce preferente. En esa zona, el sector de la Patrulla Fronteriza reportó tres mil 461 detenciones de unidades familiares entre octubre de diciembre de 2017. Le siguió la zona fronteriza entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, donde mil 114 familias fueron detenidas por agentes fronterizos de Estados Unidos.
En el caso de menores que viajan solos, el cruce por el Parque Nacional Big Bend, en Texas, ubicado entre los límites de Coahuila y Chihuahua, fue el que reportó un mayor incremento en el índice de detenciones, con 88% más, respecto al último trimestre de 2016, con 419 casos.
En el caso de las familias detenidas, sólo Yuma, Arizona, reportaron un incremento de ocho por ciento, mientras que las caídas más significativas sobre detenciones ocurrieron en El Paso, Laredo, Del Río y Río Grande, en Texas, y San Diego, California, donde reportaron reducciones de 60 a 79 por ciento.
Menos mexicanos
Desde los años de la última gran recesión estadounidense, considerada de diciembre de 2007 a junio de 2009, la población migrante ha sido dominada por nacionales del llamado Triángulo del Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador.
Según las últimas cifras de la Oficina de Censos de Estados Unidos, entre 2007 y 2015, la población de nuevos migrantes de esos tres países creció hasta 25%, mientras que la tasa de mexicanos que cruzaron por primera vez la frontera para asentarse en la Unión Americana cayó seis por ciento.
Esto significó que, en 2014, al menos 115 mil nuevos inmigrantes procedentes de la zona conocida como Triángulo del Norte ingresaron a Estados Unidos, cifra que duplicó los ingresos de los tres años anteriores, de acuerdo con un análisis del Pew Research Center.
En el documento publicado en diciembre de 2017, se atribuye la oleada migrante centroamericana, al incremento en las tasas de homicidios, actividad de las maras, así como a un alza en casos de violencia doméstica, según una entrevista del Pew Research Center a migrantes de esa región.
Los índices de detenciones confirman cambios en la migración.
En el último trimestre de 2017, cinco mil 687 niños guatemaltecos, mil 740 hondureños y 993 salvadoreños fueron detenidos en la frontera con Estados Unidos.
Por núcleos familiares, Guatemala encabeza la cifra de detenciones, con 10 mil 650, seguida de Honduras con cinco mil 545 y El Salvador con tres mil 136.
En la última década, la cifra de migrantes legales e ilegales procedentes del Triángulo del Norte creció hasta más de tres millones, mientras que la de mexicanos se estabilizó en 12 millones, con una tendencia hacia la migración con documentos, de acuerdo con el estudio.