LONDRES, REINO UNIDO. Activistas del movimiento ecologista Extinction Rebellion (XR) invadieron el jueves por la mañana el aeropuerto de London City, que desean paralizar y “ocupar pacíficamente” durante tres días, sin consecuencias inmediatas para los vuelos.
“Confirmamos que un cierto número de manifestantes llegaron al aeropuerto”, informó en Twitter el aeropuerto, hacia las 09:30 horas y aseguró que la terminal seguía “totalmente abierta y operativa”.
Varias personas fueron detenidas en el lugar, comprobó un periodista de la AFP.
Los militantes de este movimiento de desobediencia civil, que el lunes emprendió acciones de protesta contra la inacción climática en todo el mundo, habían anunciado el miércoles su intención de paralizar London City durante tres días sentándose, estirándose o pegándose antes las puertas de salidas y llegadas.
Los ecologistas preveían converger en el aeropuerto desde las diferentes acampadas que levantaron a principios de semana en torno a Westminster, donde se encuentran los centros del poder británico.
Según la policía de Londres, 800 personas fueron detenidas desde el principio de las protestas el lunes.
Si no logran realizar su acción en el interior, “lo bloquearán desde el exterior”, impidiendo el paso de los trenes y cortando los accesos por carretera, advirtió la organización en un comunicado.
XR considera incompatible la ampliación del aeropuerto con la crisis climática y la “emergencia ecológica” declarada por el parlamento británico, y con el compromiso del gobierno de alcanzar en 2050 la neutralidad de carbono. En el Reino Unido, como en otros países, pide que dicho objetivo se adelante a 2025.
“El aeropuerto London City prevé duplicar su número de vuelos”, denunció Rupert Read, uno de los portavoces del movimiento, subrayando que la terminal es utilizada “de forma desproporcionada por los jets privados y por los financieros” de la City, el corazón financiero de Londres.
De los cinco aeropuertos de la capital británica, London City, que tiene una sola pista, es el más cercano al centro de la ciudad. En 2018 pasaron por él 4,8 millones de pasajeros.
El lunes, el primer ministro Boris Johnson tildó a los activistas de XR de “hippies recalcitrantes” y los llamó a desalojar sus “campamentos que huelen a cáñamo”.
Su padre, Stanley Johnson, que el miércoles se sumó a los ecologistas en Trafalgar Square, dijo a la agencia de noticias británica Press Association que considera un “enorme elogio” ser calificado así por su hijo.