Desde 1998 se habían acordado cuáles serían los términos de las concesiones de los grupos Aeroportuario del Pacífico (Gap), Aeroportuario del Centro Norte (Oma) y Aeroportuario del Sureste (Asur), y cada cinco años se ajustaban y esto iba aparejado de las inversiones que las empresas realizaban.
Eso permite, de acuerdo a lo pactado, hacer inversiones a corto y largo plazo; por ejemplo GAP está ahora terminando una nueva pista para el crecimiento de operaciones en Guadalajara.
Aunque en este año tocaba la revisión de los términos, aseguran que, sin previo aviso ni siquiera alguna señal, se modificaron las condiciones económicas de sus concesiones.
De inmediato, cada uno de los grupos comenzaron reuniones urgentes con sus asesores financieros y legales, para definir los pasos que seguirán de inmediato, y no descartan, aseguran, unirse las tres empresas para defenderse.
Una de las primeras dudas que surgió al interior del sector aeronáutico, fue el por qué la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y no la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), es la que llevó a cabo los cambios.