Ceci Flores, líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, denunció públicamente las amenazas que está recibiendo y el temor que le generan. La activista teme por su vida y por el cese de la búsqueda de sus hijos y de otras personas desaparecidas.
A través de un par de videos publicados en Twitter, la activista reveló que es víctima de torturas psicológicas mediante mensajes de WhatsApp. Estos mensajes incluyen imágenes y videos con escenas de tortura y cuerpos desmembrados, para obligarla a abandonar su labor de activismo y búsqueda de personas.
En sus declaraciones, la activista manifestó su desconcierto sobre la identidad de los perpetradores de estas amenazas y evitó atribuir responsabilidad directa a algún grupo criminal o autoridad específica. Sin embargo, dejó claro que estas amenazas se han vuelto cada vez más intensas y preocupantes.
“Cada vez tengo más miedo, pero también tengo miedo a salir corriendo y dejar de buscas a mis hijos. Porque mis hijos la única oportunidad que tienen de volver a casa es que yo los siga buscando y lamentablemente ante tantas amenazas que he recibido, por la lucha por buscar a Marcos y Alex y a tantas familias como lo estamos haciendo, pues, estoy siendo amenazada lamentablemente muchísimo muy fuerte”, dijo la activista.
Además, reconoció que las amenazas la han afectado psicológicamente, pero está decidida a seguir adelante en su lucha.
Ceci Flore hace una llamado a sus agresores
La líder de Madres Buscadoras de Sonora hizo un llamado a sus agresores, pidiéndoles que pongan fin a la tortura a la que la someten. Recordó que los familiares de las personas desaparecidas tienen el derecho y la necesidad de buscar a sus seres queridos, sin que esto les cause daño alguno.
En los últimos días, las madres buscadoras han sido víctimas de diversos ataques. Incluso el domingo, en un video publicado en YouTube, el Colectivo 10 de Marzo, una organización dedicada a la búsqueda de personas desaparecidas en México, lanzó un llamado a los líderes de los cárteles mexicanos para establecer un pacto social.
La seguridad y el bienestar de quienes dedican su vida a buscar a sus seres queridos se ha visto vulnerada, pese a que es responsabilidad del Estado garantizar su integridad y colaborar activamente en la búsqueda de la verdad y la justicia para todas las víctimas de desaparición forzada.
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