Con nuevo recurso, Lula pelea mantener candidatura

20 de Diciembre de 2024

Con nuevo recurso, Lula pelea mantener candidatura

El Partido de los Trabajadores podría perder su lugar en las elecciones presidenciales si no nombra a un sustituto para el exmandatario

El encarcelado expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, presentó este lunes un nuevo recurso para mantener su candidatura de cara a las elecciones del 7 de octubre, pese a que la justicia dio plazo hasta el próximo martes para que el Partido de los Trabajadores (PT) designe un reemplazante. Cada bando cuenta sus puntos: el Tribunal Superior Electoral (TSE) denegó por la mañana de este martes extender ese plazo, que vence a las 19:00 horas locales, en tanto que los abogados de Lula publicaron una nota en la cual el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ratificó su pronunciamiento a favor de que el exmandatario sea candidato y haga campaña incluso estando preso. La defensa del expresidente también presentó un nuevo recurso ante el Supremo Tribunal Federal para prolongar la incógnita hasta el 17 de septiembre, cuando el órgano de Justicia debe zanjar la totalidad de los casos relacionados con los comicios. El expresidente, cuya candidatura fue invalidada el 1 de septiembre por el Tribunal a causa de su situación judicial, recibió durante este lunes en su celda de Curitiba a sus abogados y a su compañero de fórmula, Fernando Haddad, quien ha sido señalado como su hipotético sustituto. Hasta ahora Lula , quien lideraba las encuestas antes de la impugnación en su contra, no había dado señales de querer abandonar la partida sin unas últimas estocadas, pero el tiempo se agota, y el PT podría verse excluido de las elecciones si no acata el plazo del Tribunal. Por ello, la directiva nacional del partido se reunirá el próximo martes en Curitiba y cada vez son más las voces que apuntan a que podría producirse el relevo. Desde la formación, sin embargo, apenas se limitaron a confirmar la reunión mientras Haddad, quien abandonó la prisión pasadas las 18:00 horas locales en un furgón con los cristales tintados, cancelaba su presencia en un acto previsto en la noche en Sao Paulo para alargar su estancia en la ciudad al sur de Brasil. El por ahora candidato a vicepresidente driblaba así a las decenas de periodistas que aguardaban el fin de sus casi seis horas de reunión con Lula, de guardia a las puertas del edificio de la Policía Federal en Curitiba, donde el expresidente permanece recluso desde el 7 de abril. A pocos metros, los incondicionales que participan en la vigilia por el exmandatario le cantaron a la mañana el ya tradicional “Buenos días, presidente”, quedándose hasta el caer de la tarde, cuando le dieron el “Buenas noches”. Incluso preso desde hace 157 días, como recuerda un panel colgado en el campamento de sus seguidores, Lula sigue en el centro de la campaña. El comandante en jefe del Ejército, Eduardo Villas Boas, calificó de “intento de invasión a la soberanía nacional” el pedido de acatamiento al pronunciamiento del Comité de Derechos Humanos de la ONU. Además, advirtió, en una entrevista publicada el domingo por el diario O Estado de S.Paulo, que la autorización de la candidatura de Lula “afrontaría tanto la Constitución como la Ley de Ficha Limpia, quitando legitimidad (...) y dividiendo aún más a la sociedad brasileña”. Esa ley, promulgada por el propio Lula en el último año de su presidencia (2003-2010), determina que ningún condenado en segunda instancia, como es su caso, pueda presentarse a cargos electorales. El expresidente, de 72 años, purga una pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. La justicia lo reconoció como beneficiario de un apartamento en el litoral paulista ofrecido por una constructora a cambio de mediaciones para obtener contratos en Petrobras. Pero el dirigente, que enfrenta otras cinco causas penales, se declara inocente en todas y denuncia una persecución judicial y mediática para evitar que vuelva al poder. DC