Brasilia. A los 71 años, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue condenado a 9 años y 6 meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. La condena fue emitida este miércoles por el juez federal Sergio Moro, quien lleva la investigación del caso Lava Jato. Es la primera vez en la historia de ese país que se condena a un expresidente por corrupción. Se le atribuye haber sido “la mente maestra” de una red que desvió recursos. Desde Curitiba, el magistrado Moro precisa en su fallo que el exmandatario, ícono de la izquierda latinoamericana, podrá seguir en libertad y “presentar su apelación”. De acuerdo con el texto de la sentencia, Lula obtuvo “una ventaja indebida como consecuencia del cargo de presidente de la República”, por lo que las sanciones deben ser ajustadas al tamaño de su investidura. Al expresidente Da Silva se le imputa haber recibido sobornos de la constructora OAS, empresa involucrada en el mega caso de corrupción Lava Jato, entre 2006 y 2012, por un valor de 3.7 millones reales. Lula gobernó de 2003 a 2010. La constructora pagó la remodelación de un departamento de tres plantas en la lujosa zona de Guarujá en San Pablo. La investigación afirma que la propiedad es de Lula pero nunca fue declara como bien del expresidente. Lula ha negado hasta ahora que esto fuera así. El Ministerio Público de Brasil señala al expresidente como cabeza de una red de la corrupción de Lava Jato habría aprovechado su peso político y de mandatario, para direccionar las obras públicas.
Lula da Silva fue el director de esta gran orquesta”, dice la fiscalía.
Además de Lula, los condenados son Léo Pinheiro, expresidente de OAS, por corrupción activa y lavado de dinero; Paulo Gordillo, arquitecto y exejecutivo de OAS, por lavado de dinero; Paulo Okamotto, presidente del Instituto Lula, por lavado de dinero; Agenor Franklin Magalhães Medeiros, exejecutivo de OAS, por corrupción activa; Fábio Hori Yonamine, expresidente de OAS Inversiones, por lavado de dinero y Roberto Moreira Ferreira, vinculado a OAS, por lavado de dinero. Otro acusación que afectó a Lula fue la denuncia de que OAS pagó a una empresa para guardar bienes recibidos por el mandatario en su mandato, aunque la defensa del expresidente asegura que los objetos en custodia eran parte del acervo presidencial que recibió mientras estuvo en el cargo: cartas, camisetas, piezas de artesanía. (Con información de O’Globo y AFP. FOTO: Evaristo Sa/AFP)EC