“Somos buenas personas”, así se autodefinió la actriz Ludwika Paleta y a su esposo, Emiliano Salinas, a pesar de que fuera señalado por ser una de las personas más cercanas a Keith Raniere, líder de la secta NXIVM y quien fuera encontrado culpable de tráfico sexual entre otros cargos.
Por primera vez, la actriz aceptó que el caso ha llevado a un proceso difícil para su familia, pero “ya se aclaró y pues a Emiliano no lo llamaron ni a declarar y no lo mencionaron. Estamos tranquilos, contentos que esto ya se aclaró. Hay un proceso en donde todavía faltan cosas por resolver pero va bastante bien”.
Aseguró que “lo más importante es aclarar que tanto yo como Emiliano estamos en contra y repudiamos cualquier acto de violencia y cualquier acto que denigre a cualquier ser humano. Yo creo que eso es importante aclararlo”.
Durante el juicio contra Raniere, el hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari fue nombrado por una testigo protegida, quien lo señalaba como una de las personas de más confianza del líder de NXIVM.
“La verdad es que hay muchas cosas que pues se dicen no solo de mí, sino de mucha gente y de noticias que van circulando por ahí que no son reales, no son ciertas. Lo único que puedo decir es que estamos bien”, señala Paleta.