La poderosa alianza entre Rusia y China fue una de las principales preocupaciones en la reunión de las democracias más ricas del mundo (G7) de este lunes, motivo por el que Argentina, India, Senegal, Indonesia y Sudáfrica fueron invitados al encuentro que en esta ocasión tuvo lugar en Alemania.
Para el anfitrión de la cumbre, el canciller alemán Olaf Scholz, esta invitación debe mostrar que la “comunidad de democracias” no se reduce a Occidente. “Las democracias del futuro están en Asia y África” dijo el dirigente alemán, antes de la cumbre, en referencia a las intenciones de Vladímir Putin de contar con el apoyo de India, Senegal y Sudáfrica, algo que ya se vio el 22 de junio con el intento de reforzar el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica).
Se trata de territorios peleados tanto por Rusia como por las potencias europeas por ser altamente vulnerables a la crisis alimentaria y climática que ya ha comenzado a verse, motivo por el que el Grupo de los Siete, que incluye a Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Canadá, lanzó un nuevo llamado a Rusia para que permita la “libre circulación” de los bienes procedentes de Ucrania.
Pero los intereses no se limitan únicamente a la participación de otros países; uno de los puntos que preocupa tanto a Europa como a Estados Unidos es el monopolio que aún mantiene la exrepública soviética, motivo por el que se discutió limitar el precio del petróleo ruso. “El objetivo aquí es matar de hambre a Rusia, privar a (el presidente ruso Vladímir) Putin de su principal fuente de efectivo y obligar a bajar el precio del petróleo ruso para ayudar a mitigar el impacto de la guerra de Putin”, declaró un alto funcionario de la administración estadounidense.
En este sentido, la compra de energéticos a naciones como Venezuela e Irán vuelve a ser una posibilidad; Francia llamó este lunes a “diversificar las fuentes de abastecimiento de petróleo” en el mercado, incluyendo a estas naciones.
“La negociación sobre el programa nuclear iraní está hoy cerrada en lo que respecta al ámbito nuclear pero no en lo tocante a la relación entre Irán y Estados Unidos sobre una cuestión específica. Así que hay un nudo por desatar llegado el caso para que el petróleo iraní pueda volver a los mercados. El petróleo venezolano también debe poder volver al mercado”, agregó la presidencia francesa.
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