Los secretos de una crítica

El senador Armando Ríos Piter fue muy enérgico para que, en el contexto de evitar la polarización en los nombramientos de las próximas dos vacantes en la Suprema Corte de Justicia, se enviaran ternas con políticos. Uno de los perfiles que dijo no debería ser considerado en absoluto en el caso de una propuesta que casi por definición tendrá que recaer en una mujer, fue el que proviniera de órganos que tuvieran que ver con procesos electorales. Don Armando se refería indirectamente a la magistrada del Tribunal Electora, María del Carmen Alanís, a quien descalificó a priori. Lo que bien escondió el senador, es que trabaja con él Antonio Cervantes, quien da la casualidad que es esposo de la académica Ana Laura Magaloni, que lleva algún tiempo queriendo ser designada ministra de la Suprema Corte de Justicia. Tramposillo don Armando, quien también ensalzó que esa silla del Poder Judicial debía recaer en una académica.