Después de la lanzada emprendida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, al mando de Rosario Piedra Ibarra, en contra de Karla Quintana por su gestión al frente de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), no han dejado de surgir los malpensados que ven en ello causas que van más allá de la misión de la CNDH.
Los más enterados nos comentan que desde Palacio Nacional se ha generado un malestar derivado del descuido durante la gestión de Alejandro Encinas en la subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, pues resulta que se han identificado a mandos medios, críticos de la 4T, como responsables de diversas filtraciones que han puesto en aprietos a más de uno dentro del gobierno federal.
Y es precisamente doña Karla quien se encuentra en medio de este aquelarre que ya ha provocado que el presidente Andrés Manuel López Obrador sea alertado de que la información que obra en poder de la excomisionada podría convertirse en un golpe de varias bandas en contra de la presente administración. Incluso ha trascendido que la extitular de la CNB ya escribió un libro al respecto, y que éste no ha salido a la luz porque aún no encuentra al editor que lo imprima. ¿Será?