Para Rusia, cada vez está siendo más evidente que de los 15 mil millones de dólares que han invertido en realizar la Copa del Mundo, poco verán regresar. Esa ha sido la tónica de las Copas del Mundo recientes. Los economistas pronosticaron en su momento que realizar unos Juegos Olímpicos y un Mundial de Futbol iba a resultar en una crisis para Brasil. Y no se equivocaron. Los sudamericanos apenas lograron recuperar la tercera parte de los 3 mil millones de dólares que les costó hacer el Mundial. El dinero se lo llevó la FIFA y, sobre todo, sus patrocinadores. Basta saber que en el mes que durará el Mundial, la industria del deporte calcula un incremento del 1% del negocio: 660 millones de dólares. Si eso se compensara al menos con una buena actuación de su equipo en el torneo, quizá valdría la pena, pero la selección rusa podría ni siquiera calificar a la segunda ronda, pues aunque en el papel tiene un grupo a modo, Uruguay es el favorito y Egipto, liderado por Mohamed Salah, tiene grandes posibilidades de arrebatarles el pase a octavos de final.