Los morenistas no le temen a las bombas

23 de Noviembre de 2024

Los morenistas no le temen a las bombas

Ni en Palacio Nacional, ni en una reunión partidista, se atendieron los correos electrónicos que advertían de la posible detonación de bombas; en la residencia del presidente tardaron dos horas en comenzar la revisión

Era el sábado 27 de agosto de 2022 y los morenistas estaban reunidos en el hotel Villa Bejar Cuernavaca. Era una asamblea clave y llena de tensión. Elegían a su líder en Morelos. Una llamada al 089 quedó registrada con voz masculina: había un artefacto explosivo en el lugar del evento.

Los servicios de seguridad se movilizaron de inmediato, con discreción. Un comandante llegó al hotel y contactó al gerente ya la encargada de seguridad, y les advirtió de la amenaza, quienes fueron a ver a los morenistas.

“Posterior se contacta con el C. Francisco López González -encargado de la logística del partido morena- al cual se le hace del conocimiento del reporte que existe, quien manifiesta que la asamblea continuará como hasta el momento, hasta finalizar, quien solo solicita se mantenga la seguridad perimetral en el exterior”, describe uno de los correos de la Secretaría de la Defensa revelados en el paquete #GuacamayaLeaks.

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Personal especialista realizando el barrido electrónico en este recinto. Foto: Ejército Mexicano

No hicieron caso. Tampoco estalló una bomba. La sesión continuó, en un Morelos que registraba días previos entre confrontaciones en redes y en las calles. Al final, aunque los votos no coincidían, el partido validó como ganador a Ulises Bravo el hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco.

Hacienda ni se mueve

Pero no fue el de Morelos el único caso. Hubo uno más grave y ocurrió antes en Palacio Nacional.

Terminaba la semana. Era viernes 22 de julio pasado en la tarde y a la Unidad de Servicios Especiales del Ejército llamó Omar Montiel, coordinador de seguridad física de las oficinas de Hacienda de Palacio Nacional.

El funcionario reportaba que a las 15:32 horas se recibió un correo electrónico, en distintas oficinas del edificio polivalente de Palacio Nacional. Que le hizo llegar a su oficina, ocho minutos más tarde (15:40 horas), la secretaria de la oficina de Rogelio Ramírez de la O. Aunque Montiel se enteró 18 minutos más tarde.

El mensaje era concreto: “se advertía sobre una amenaza de bomba colocada en el edificio polivalente”.

Se trata de una estructura que está a unos metros de donde despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo más cercano, así como la Consejería Jurídica y la vocería de la Presidencia. El Edificio polivalente tiene cuatro pisos y además de u museo, se ubican oficinas en más de 5 mil metros cuadrados, además de estacionamiento.

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Sólo que el coordinador de seguridad de Hacienda se tardó un poco más. De acuerdo con el reporte de la Sedena (que también forma parte de los documentos de GuacamayaLeaks), el funcionario avisó 68 minutos más tarde al área de seguridad de Palacio Nacional, que depende del Ejército, solicitando entonces “el apoyo de binomios canófilos con la especialidad en explosivos, para inspeccionar el edificio polivalente, oficinas y estacionamiento”.

Apenas cinco minutos después, la Unidad de Servicios Especiales se enteró, es decir a las 16:45 horas. Esta oficina especializada del Ejército también están ubicados en el edificio polivalente, por lo que de inmediato fueron desalojados, 140 efectivos.

Fue entonces que comenzó a aplicarse el protocolo de seguridad antibombas, señala el escrito. Pero fue hasta las 17:30 horas que comenzó el barrido del equipo antiexplosivos del Ejército, porque no había alguno en el inmueble. Es decir, prácticamente dos horas después se comenzó a revisar si había una bomba en Palacio Nacional.

morenistas no le temen a las bombas

Se revisaron todos los pisos, incluso la azotea; también 90 automóviles y 31 motocicletas. A las 18:56 horas concluyó la inspección, había sido falsa alarma.

“19:30 Hs. el suscrito se reunió con el Ing. Esquer Verdugo, con el fin de hacerle del conocimiento de los hechos anteriormente descritos y una vez enterado citado funcionario manifestando que ‘…era muy probable que citado correo fuera enviado por algún integrante de las oficinas de Hacienda…’, por lo cual se le solicito que por su conducto se proporcionen los expedientes del personal de las oficinas que recibieron citado correo, con la finalidad de obtener mayor información sobre los datos de dichas personas (antecedentes)”, señala el documento elaborado por la Unidad de Servicios Especiales.

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El titular incluyó consideraciones y recomendaciones ante el letargo de toda la operación, provocada por el personal de Hacienda, no sólo para desalojar el inmueble, sino hasta para revisar las cámaras de vigilancia. El informe llegó al secretario de la Defensa, el general Luis Cresencio Sandoval:

“El correo electrónico recibido en las oficinas del edificio polivalente, se puede observar que es escueto y sin tendencias o pensamientos radicales, en virtud de que el asunto solo se refiere a ‘bomba’ sin más detalles y es en contra de trabajadores de hacienda (se anexa correo).

“Personal de Hacienda, tardó más de una hora, para hacer del conocimiento sobre dicha situación al Personal del servicio de seguridad de Palacio Nacional”.

Y ya que no explotó una bomba, el documento concluye con una recomendación: “Se comunique a los responsables de las diferentes áreas de Palacio Nacional, que cuando se tenga conocimiento de actos o acciones que amenacen la seguridad en general de este recinto, se informe de inmediato al servicio de seguridad Palacio Nacional”.

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