El nuncio Franco Coppola se va de México con una especial preocupación que resumió en la Asamblea Plenaria CX de la CEM del 12 de abril de este año, “la disminución de la población católica en esta tierra Guadalupana, es sumamente preocupante”.
En su mensaje, fue fuerte el llamado a los obispos a “reflexionar con claridad”, el por qué en los últimos decenios “la formación en la fe no había logrado ni ha logrado, como tal vez pensamos o como hubiésemos querido, penetrar a fondo en los bautizados”.
›La realidad, apuntó en un tono de preocupación, hoy se debe “mirarla a los ojos”, que reclama en particular a sus pastores mayor clarividencia, creciente inventiva, fuerte iniciativa. Los llamó entonces a encontrar nuevas formas, nuevos métodos, nuevos caminos, para ir al encuentro, no sólo de “grupos privilegiados” en las redes sociales, sino de todos los fieles de la sociedad.
Les recordó entonces las cifras del CENSO del 2020: “Desde el punto de vista de la religión, cada 10 años el número de católicos ha ido disminuyendo, en proporción en un 5%, actualmente los católicos somos el 77.8 por ciento”.
Los miembros de otras confesiones han ido aumentando ligeramente: ahora suman el 11.4 por ciento. Pero para Coppola era preocupante el aumento de los “sin religión”, que en los últimos 10 años se han duplicado, actualmente alcanzan el 11.5 por ciento. Es decir, desde los ojos del nuncio, el 2010 al 2020, la disminución de los católicos menores de 30 años ha beneficiado más a los ateos que de los protestantes.
Por otro lado, la mitad de los mexicanos tiene menos de 30 años; hace 10 años, la mitad tenía menos de 25; “somos un país joven, sin embargo, no podemos decir que la mitad de quienes participan en nuestras asambleas litúrgicas sea compuesta por jóvenes de menos de 30 años”, apuntó entonces Franco Coppola.
Estos datos, argumentó, son aún más explícitos si se observan las estadísticas de las diócesis. Mientras en los últimos 20 años la población en México aumentó casi en un 30%, “el número de los bautizados ha disminuido, y no poco, sino ¡en un 18 por ciento! En los primeros 10 años de los últimos 20, cayó un 5 por ciento, mientras en el siguiente decenio, este último hasta el 13 por ciento”.
Foto: Cuartoscuro
Al revelar los datos de los matrimonios religiosos, el nuncio calificó la situación como dramática: en 1998 se celebraron casi 431 mil, mientras que para el 2018, fueron 229 mil; es decir, tan sólo poco más de la mitad.
La disminución de seminaristas, en los últimos 20 años, ha sido de casi el 20%, acentuada sobre todo en el último decenio; mientras que, para los religiosos la disminución es sin duda dramática: menos del 60 por ciento. “La ordenación de sacerdotes en los últimos 20 años ha sido ¡un 30 por ciento menos!”.
Entonces les advirtió a los obispos que los efectos de esta fuerte disminución aún no se reflejaba entre los presbiterios, porque ha aumentado los años de la esperanza de vida. Pero la edad media de los presbiterios “sube y sube… Es por esto que el número de nuestros sacerdotes diocesanos ha mantenido la relación con la población, creciendo en estos 20 años de un 30 por ciento”.
Los sacerdotes religiosos, en cambio, han aumentado menos del 10%, y de hecho ha ido disminuyendo su presencia en medio de la población. “Las religiosas son tan pocas, ha disminuido su presencia en más de un cuarto, mientras su edad se incrementa”, detalló.
Estos datos, dijo, son una alerta “para todos nosotros”, porque “no es una de las cien ovejas las que hemos perdido… ¡es una cuarta parte de las ovejas! Hay que reconocer… que nuestros métodos tradicionales hoy no funcionan, ni pueden funcionar en prácticamente ninguna de las áreas de la evangelización”.