Durante 12 días, 50 voluntarios trabajaron para esparcir 10 mil ejemplares en el asfalto y frenar por un momento el tráfico. Este proyecto se ha replicado en cuatro de las más transitadas ciudades del mundo
Jorge Villalpando
La avenida fue cerrada y 10 mil libros llenaron el espacio. Por varios días los automóviles no pudieron transitar por una de las calles más céntricas de Toronto, Canadá, aunque las personas sí lo hicieron y bastaron 10 horas para llevarse todos los ejemplares.
Literature vs Traffic (literatura contra el tráfico), proyecto incluido en el programa And the Transformation Reveals, prioriza la movilidad para peatones de las grandes urbes por encima de los coches.
Este movimiento se ha replicado en otras ciudades como Nueva York, Estados Unidos; Melbourne, Australia, y en Madrid, España, por el colectivo anónimo Luzinterruptus, el cual manifiestó: “Queremos que la literatura se apodere de las calles y se convierta en conquistadora del espacio público, ofreciendo gratuitamente a los que pasean, un lugar libre de tráfico que, por unas horas, sucumbirá al modesto poder de la palabra escrita”.
En Toronto, 50 voluntarios trabajaron durante 12 días en la céntrica calle Hagerman, esquina con Elizabeth, para la instalación de Literatura contra el Tráfico. En ese espacio reservado a la velocidad, la contaminación y el ruido, la noche del 1 de octubre pasado los libros remplazaron a los automóviles y en medio día desaparecieron miles de ejemplares disponibles para los transeúntes.
Los visitantes “nadaron” en un río de palabras y papel. Tuvieron tiempo para “bucear” y encontrar tesoros, sentarse, hacer fotos y disfrutar de breves momentos de lectura para, finalmente, llevarse pequeñas piezas de la instalación.
La organización civil Ejército de Salvación donó los libros, entre ellos joyas editoriales de colecciones privadas y de valor antiguo.
Aunque este proyecto se desarrolló en otras ciudades de manera ilegal, en Toronto sí gestionaron los permisos.
En la misma fecha también se celebra la Noche Blanca, que en su décimo primera edición incluyó 90 proyectos de arte contemporáneo emanados de artistas internacionales. Los problemas de tránsito en Toronto son asombrosos y sus cifras, deprimentes. Cada año hay pérdidas cercanas a dos mil 700 millones de dólares en producción económica, tres mil 300 millones de dólares en retrasos y la gente pasa 81 horas al año, es decir más de tres días, sentada en su vehículo.
La encuesta de 2011 de la Universidad de Toronto señala que las ciudades canadienses con más automovilistas son York, Norte de York, Este de York, Scarborough, Etobicoke y Toronto, en esta última 1.1 millones de vehículos circularon en 2011. Cada propietario en Toronto tenía 1.3 vehículos, en promedio, debajo de la media nacional de 1.5.
Los canadienses compraron sólo 1.7 millones de vehículos nuevos en 2013, aunque el mantenimiento del parque vehicular asciende a nueve mil millones de dólares, y de manera individual supera 10 mil millones de dólares.
DATO atorón. La Ciudad de México tiene el mayor índice de congestión vehicular en el mundo, según un estudio de TomTom Traffic Index 2016.
Con información de thestar.com