Quienes tratan cotidianamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguran que está más irascible que nunca.
Dicen los que saben que el equipo cercano y el propio don Andrés minimizó el tema de la #CasaGris, porque no creían que crecería y que al paso de los días, como ha ocurrido antes, se evaporaría, pero eso no ocurrió, y en la medida en que crecía se enojaba cada vez más.
El malestar se intensificó al conocer que hay encuestas que no le favorecen y muestran un descenso acumulado de alrededor de 10 puntos en las preferencias. Se quedó sin opción y ya revisaron la estrategia para reducir el nivel de confrontación. Ahora falta ver cuánto aguanta.