En los últimos días la actriz Kate del Castillo ha estado muy activa dando entrevistas a quien la quiera escuchar, tratando de revivir, tres años después, su historia de lo que ella califica fue una persecución del gobierno de Enrique Peña Nieto. Para ello, no desaprovecha oportunidad para lanzar acusaciones a todo funcionario público que asegura la persiguió, por lo que quiere cobrar más de mil millones de pesos como indemnización, dinero que, por cierto, saldría de los impuestos de los contribuyentes.
Dicen los que saben que sus reclamos no han tenido eco alguno en este nuevo gobierno, que la nueva Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz Manero, no olvida que Del Castillo se reunió con uno de los narcotraficantes más poderosos y era consciente de que se trataba del prófugo más buscado en todo el país. Pero hay alguien más que tampoco olvida ese pasaje: el gobierno de Estados Unidos.