jcrodriguez@ejecentral.com.mx Manuel Bartlett Díaz (1), secretario de Gobernación en 1988 y, por ende, árbitro y organizador de las elecciones presidenciales de ese año, no sabe a ciencia cierta si el PRI ganó aquellos comicios, pero enumera una serie de acontecimientos que enrarecieron la llegada de Carlos Salinas de Gortari a Los Pinos y que, al mismo tiempo, abonan a la tesis de que Cuauhtémoc Cárdenas fue derrotado a la mala. “Los empresarios (2), que son los dueños del PAN, les llamaron la atención a los panistas y les dijeron: ‘¿cómo van ustedes a sumarse a Cuauhtémoc Cárdenas para echar abajo la elección, siendo que el PAN quedó en tercer lugar? Si ustedes echan abajo en la elección de Salinas, entonces gana Cárdenas, y nosotros no queremos a Cárdenas, no queremos a Cárdenas (3)”, relata Bartlett, que en los últimos 29 años ha sido señalado por haber sido el artífice de la “caída del sistema” que presuntamente permitió la alternación de cifras que dio el triunfo del PRI.
›“Entonces van y se arreglan con Salinas”, fue la orden de la cúpula empresarial, según Bartlett, quien señala como operadores de esa instrucción a Diego Fernández de Cevallos (4) y a Luis H. Álvarez, por esos años presidente nacional del PAN. Tales negociaciones, según el relato del entonces secretario de Gobernación, ocurrieron durante los tres días posteriores a la elección, cuando la Cámara de Diputados, erigida en Colegio Electoral, realizaba el cómputo de los votos.
Las aclaraciones de Bartlett sobre las controvertidas elecciones de 1988 fueron detonadas por un tuit publicado el pasado 6 de julio por el expresidente Felipe Calderón (5), con motivo de los 29 años de aquellos comicios, quien escribió: “Otra purificación Morena: Bartlett suspendía el conteo de votos en el que ganaba Cárdenas. Hoy santo varón del peje”, texto que fue acompañado de fotografías de Bartlett con Salinas de Gortari y con Andrés Manuel López Obrador (6). Ese mismo día, el senador respondió con energía: “@FelipeCalderon hipócrita; él, Salinas y Fernández de Cevallos quemaron los paquetes electorales del 88. Defraudadores”. Al preguntarle sobre los posibles motivos del mensaje del expresidente panista, Bartlett lo cataloga como “un ataque personal, infundado, de un cínico que se llama Felipe Calderón, que sabe lo que pasó en 1988”. “¿De qué se supone que me va a purificar López Obrador? De un gran pecado, ¿no? Yo tengo un gran pecado, dice ese cínico de Calderón. Pero, ¿cuál es el pecado, cuando los datos oficiales nunca dejaron de fluir en las elecciones? Si alguien sabe qué pasó y por qué apoyaron a Salinas, ése es Calderón. Que diga por qué apoyaron a Salinas, por qué dieron el cambiazo, por qué dejaron solo a Manuel Clouthier (7), por qué abandonaron a Cuauhtémoc, eso lo sabe Calderón, por eso digo que es un cínico”. A la pregunta de si el PRI ganó o perdió la elección de 1988, Bartlett pide que cada ciudadano saque sus conclusiones: “En primer lugar, el presidente nacional del PRI, Jorge de la Vega Domínguez, por instrucciones del presidente Miguel de la Madrid, declara ganador a Salinas de Gortari sin tener cifras, la misma noche de la elección; luego, Salinas corre aterrado para ponerse de acuerdo con el PAN y de ese pacto se derivan las ‘concertacesiones’, las gubernaturas para el PAN, las reformas constitucionales. Y encima de todo, Salinas y el PAN acuerdan quemar los paquetes. Esos son hechos incontrovertibles”. Entrevistado en su oficina del Senado, donde es coordinador de la bancada del PT, Bartlett recuerda que en su libro de memorias Miguel de la Madrid (8) reconoció que fue un error haber ordenado a Jorge de la Vega declarar ganador de la elección a Salinas sin esperar a los resultados oficiales, pues eso dio motivos para que acusaran al gobierno de haber hecho una elección fraudulenta. Alega en su defensa que, al día siguiente de la elección, ningún diario consignó la supuesta “caída del sistema”, porque nunca existió, sino que las notas de ocho columnas reportan la declaración de De la Vega Domínguez dando por ganador a Salinas de Gortari. Otro de los factores que facilitaron el arreglo de las elecciones entre Carlos Salinas de Gortari y el PAN fue la decisión del Frente Democrático Nacional, de abandonar la Cámara de Diputados cuando estaba a punto de votar la validez de la elección. Su permanencia durante la votación hubiera sido útil para un futuro proceso de impugnación, señala el senador petista. Respecto a la afirmación que le atribuye el diario Reforma, en el sentido de que Salinas no ganó la elección, Bartlett sostiene que nunca la dijo. “Y es muy fácil explicarlo: yo no hice el cómputo de 300 distritos, yo no estuve en la Cámara de Diputados; mi función de acuerdo con la ley era simplemente recibir los paquetes y enviarlos al Colegio Electoral. Yo no sé qué pasó ahí, yo no estuve con los diputados. Entonces, ¿de dónde puedo yo decir que Salinas perdió la elección o ganó la elección? Eso le tocaba al colegio electoral. Ellos fueron los que se pusieron de acuerdo.
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