El presidente Andrés Manuel López Obrador reviró este viernes las declaraciones del senador estadounidense, Ted Cruz, pues está orgulloso de que critique a su gobierno, del cual sabe que se ha posicionado en contra. “La verdad, es un timbre de orgullo que un senador como esta persona se lance contra el gobierno que represento. Me llena de orgullo, por lo que él representa”, respondió.
“Si él me alabara, si hablara bien de mí, a lo mejor me pondría yo a pensar que no estamos haciendo bien las cosas, pero si él dice que estamos mal, la verdad sí me produce orgullo. Y es normal que en un proceso democrático existan estas expresiones. Es natural que el senador de Texas no esté de acuerdo con nosotros”, manifestó en su conferencia matutina.
Andrés Manuel López Obrador expresó que sus adversarios “fueron a acusarlo” en Estados Unidos, a lo que ironizó con la frase “Todos somos Ted Cruz”, y, luego, se rió.
La semana pasada, Ted Cruz envió, junto con su homólogo Tim Kaine, una carta dirigida al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la que denunció la “retórica belicosa del presidente Andrés Manuel López Obrador contra la prensa”. Luego, manifestó que solicitaría al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presionar al mandatario mexicano ante la escalada de violencia contra los periodistas y el colapso de las instituciones que se ha visto en los últimos días.
Anteriormente, el texano ha señalado la falta del Estado de Derecho en la frontera sur de México, lo que representa graves peligros para la seguridad nacional de Estados Unidos al permitir el paso de migrantes a su territorio.
Durante su conferencia, López Obrador reconoció que le han recomendado dar “vuelta a la página” sobre asuntos como el cuestionamiento a periodistas sobre sus ingresos y el escándalo de su hijo José Ramón López, conocido como la “Casa Gris”. Sin embargo, dijo que se niega hacerlo porque lo considera políticamente peligroso.
“Hay amigos, compañeros, que me dicen: ‘ya no sigas hablando de los medios. Dale vuelta a la página’. No, no, no. Es que es un asunto político peligroso. ¿Qué es lo que quisieran, que la gente llegara a la conclusión de que todos somos iguales? ¿Cuál cambio? ‘Si los hijos de Andrés Manuel son los hijos de otros presidentes’, sería igualarnos. No, no somos iguales”, dijo.