El presidente Andrés Manuel López Obrador cerró su participación virtual en el tercer Foro de Principales Economías sobre Energía y Acción Climática, reunión encabezada por el mandatario estadounidense Joe Biden, con la presentación de un decálogo de medidas que su gobierno está implementando para contribuir a la lucha contra el calentamiento global.
Un tercio de las acciones presentadas por López Obrador en este foro se enfocaron en los combustibles fósiles, especialmente con la inversión de dos mil millones de dólares para modernizar Petróleos Mexicanos (Pemex) y así lograr reducir hasta en 98% las emisiones de gas metano que se producen en diferentes etapas de esta industria.
Además, el mandatario mexicano habló sobre la modernización de seis refinerías ubicadas en distintas partes del país, así como la expansión de estos centros de producción petrolera con la compra de Deer Park y la construcción de un nueva instalación de este tipo en la comunidad tabasqueña de Dos Bocas.
En cuanto a otros tipos de energía, López Obrador anunció la modernización de 16 plantas hidroeléctricas, así como la construcción de un parque fotovoltaico en Sonora y una serie de plazas solares en la frontera norte de México, lo que permitirá crear una red de distribución para exportar electricidad a diversos puntos de Estados Unidos.
La red de distribución también contará con la inversión de 17 empresas estadounidenses que producirán hasta mil 854 megawatts de electricidad solar y eólica, con lo que se pretende lograr que el 35% del consumo eléctrico total del país provenga de fuentes limpias en los próximos dos años.
El mandatario mexicano también se comprometió a que el 50% de los vehículos que se produzcan en México para el final de la década serán de cero emisiones contaminantes como son el dióxido de carbono y el gas metano, dos de los principales compuestos responsables del calentamiento global.
López Obrador también resaltó el programa Sembrando Vidas, al que calificó como el proyecto de reforestación más importante del mundo con la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables, lo que significa una inversión anual de mil 500 millones de dólares, así como la absorción de casi cuatro millones de toneladas de dióxido de carbono.
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