Llegaron juntos, incluso hasta subieron al mismo tiempo al templete. Con su brazo, el presidente Andrés Manuel López Obrador tocaba la espalda de Marina del Pilar, una muestra del respaldo que le daría a la gobernadora.
“Nos da mucho gusto estar en Tijuana, en Baja California, aquí donde comienza la patria”, dijo el mandatario mientras su respaldada compartía unas palabras con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
“En este estado de gente buena, trabajadora, progresista”, decía mientras sonreía. “Podemos aplicar, tenemos motivos de sobra, para decir que amor con amor se paga”, resaltó como preámbulo a lo que se acercaba.
El fin de semana pasado, Baja California estuvo en el ojo de la información por los incendios, bloqueos, balaceras, hechos que después se replicaron en Jalisco, Guanajuato y Chihuahua.
“Nos da mucho gusto estar aquí para apoyar a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda. Ella fue electa de manera democrática por el pueblo de Baja California y es la gobernadora legal y legítimamente constituida. Además cuenta con nuestro apoyo y aún más con nuestra simpatía”, resaltó.
El mandatario se deshizo en halagos para la morenista, en cada uno de los adjetivos con los que la señalaba volteaba a verla. Ella, sentada, vestida de blanco, sólo sonreía. Le ofreció su solidaridad y aseguró que siempre estarán junto a ella para apoyar a los bajacalifornianos.
La gobernadora aceptó los cumplidos. Con una sonrisa en el rostro, dio la bienvenida a López Obrador. “Señor Presidente, los bajacalifornianos lo recibimos con el cariño de siempre. La gratitud y fortaleza que usted nos brinda, nos pone de pie y tomados del brazo como el gran equipo que somos”.
Mientras ella hablaba y resaltaba el apoyo de Palacio Nacional, donde “tiene un líder”, el Presidente miraba al piso, estaba distraído. La gobernadora reportó sobre los hechos violentos, que un grupo quiso infundir miedo pero se encontraron con un brazo poderoso, como dicta el himno de Baja California.
“Bienvenido, amigo Presidente”, dijo y se dirigió a abrazarlo. Fueron dos abrazos y posaron para la foto. “¿Total respaldo para la gobernadora, Presidente?”, preguntó una reportera: “total respaldo”, contestó el mandatario.
Todo parecía aplausos y celebraciones, pero de repente, la reportera insistió en su pregunta a la gobernadora. ¿Actuaría legalmente en contra de Jaime Bonilla por el señalamiento que hizo de presunta colusión con el crimen organizado?
“Esa queda pendiente”, respondió López Obrador, no permitió que la gobernadora contestara. Pero la pregunta volvió a llegar desde otra reportera, lo acorralaban, querían respuesta de la mandataria bajacaliforniana, pero decidió contestar él.
“Mi opinión es que debemos de buscar la unidad al interior de nuestro movimiento”, en un breve discurso aseguró que le tiene mucho afecto a Jaime Bonilla, pero también a Marina del Pilar. Y llamó a ser fieles al pueblo por encima del interés personal, porque es el amo, que lo demás es politiquería.
Aprovechando, el Presidente aseguró que cuando suceden actos vandálicos, de tinte propagandístico, hacen un escándalo nacional y propaganda en los medios. Y en este caso, hasta en Estados Unidos se enteraron.
Ya encarrerado, López Obrador criticó las alertas de viaje emitidas por el gobierno de Joe Biden ante los hechos de violencia en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California.
“¿Cuántos lamentables actos de violencia se presentan en Estados Unidos, agresiones, tiroteos? ¿Nos enteramos? ¿Mandamos nosotros avisos, advertencias, a los mexicanos de que no viajen a Estados Unidos o a determinados estados?”, cuestionó con tono molesto.
❝Tristemente, en medio de una contingencia y de un escenario tan sensible, hubo quienes de manera irresponsable buscaron lucrar políticamente, difundiendo noticias falsas y generando alarmismo❞. Marina del Pilar Ávila, gobernadora de BC.
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