Esta semana resultó que uno de los más notorios damnificados por el caso del bebé Tadeo, fue el secretario de Seguridad Pública de Puebla, Rogelio López Maya, quien sólo estuvo siete meses en el puesto de manera formal, y que supone no estaba enterado de lo que ocurría en los penales que debía supervisar.
Por eso lo corrió el gobernador Miguel Barbosa. Aseguran que con su salida inicia una amplia investigación que incluye a las autoridades poblanas, la Fiscalía General de la República, donde revisan su vida pública y personal, pues aseguran que don Rogelio, de un tiempo para acá, modificó su forma de vida, con mejoras en autos y recientes adquisiciones... así que está bajo la lupa.