Llaman a “blindarse” contra disparo en los créditos de Infonavit
Si un trabajador tiene una deuda de 100 mil pesos, ésta aumentará inmediatamente el primero de enero a 120 mil pesos; por tal motivo, el Infonavit ha propuesto que el trabajador haga el cambio de VSM a pesos
El aumento ya autorizado para el salario mínimo de 20 % para el siguiente año también trae repercusiones en las deudas de miles de trabajadores que han adquirido un crédito para comprar o remodelar su hogar.
Un gran número de créditos otorgados por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) están ligados a VSM (Veces Salario Mínimo) o a la Unidad Mixta Infonavit (UMI), los cuales sufren modificaciones con base en el incremento de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), lo que hará que la deuda crezca en la misma proporción que el aumento que la Comisión de Salarios Mínimos acordó para 2023.
Es decir, si un trabajador tiene una deuda de 100 mil pesos, ésta aumentará inmediatamente el primero de enero a 120 mil pesos; por tal motivo, el Infonavit ha propuesto que el trabajador haga el cambio de VSM a pesos, con tasas de interés que pueden ir de 1 % hasta un 10.45 % anual, muy por debajo del incremento de 20 % que entrará en vigor desde el primer día del año siguiente.
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Aunque es una medida que ayudará para los efectos que trae el incremento del salario mínimo para el próximo año, los subsecuentes ya estarán ligados a la nueva tasa que será acordada para el resto del tiempo del crédito, lo que significa que ya no habrá cambios, con pagos fijos y se conocerá el pago total de la deuda, que a consideración de la autoridad es un beneficio al ya no existir alteraciones para el trabajador.
Este beneficio sólo aplica para los créditos que fueron otorgados de 2016 para atrás, y se considera una reestructura que puede ayudar a tener control de las finanzas del hogar.
El trabajador deberá ingresar a la Ventanilla Universal de Responsabilidad Compartida y deberá seguir los pasos para hacer los cambios y aceptarlos para que entren en vigencia.
Si el trabajador decide no hacer el cambio, el horizonte es incierto, y tendrá que recibir el impacto en sus finanzas del aumento del 20 % para el siguiente año.
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