Pese a que las fuerzas rusas no han detenido su asedio a Kiev por tierra y aire, la capital de Ucrania ha resistido los embates y se mantiene aún bajo el precario control de militares y miles de civiles que han dado un paso al frente para defender su territorio.
Al cierre de esta edición, el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski permanece en una ubicación desconocida, pero en su ultimo mensaje a la población, emitido durante la tarde de este viernes, hizo un llamado a sus ciudadanos seguir defendiendo la capital con todas sus fuerzas, toda vez que se augura que la capital podría caer en las próximas horas.
“No podemos perder la capital. Me dirijo a nuestros defensores, hombres y mujeres de todos los frentes: esta noche, el enemigo va a utilizar todas sus fuerzas para romper nuestras defensas de la forma más vil, dura e inhumana. Esta noche, van a intentar un ataque”, fueron sus palabras.
La resistencia por parte de civiles no se ha hecho esperar, y la necesidad de las fuerzas militares nacionales es tal que el único requisito para enrolarse es tener entre 18 y 60 años y un pasaporte. A los voluntarios no se les capacita, lo único que reciben es un fusil Kalashnikov y las instrucciones para apuntar y disparar, así como un brazalete amarillo para distinguirse, todo esto para enfrentar los tanques y la fuerza aerea de Rusia.
“Distribuyeron fusiles, los cargaron para nosotros y aquí estamos”, dijo Yuri Kortshemni, historiador de 35 años a AFP. El, junto a otros hombres, ahora son más numerosos que las propias fuerzas militares de su país, que pese a la veloz ofensiva ordenada por el presidente ruso Vladimir Putin, no ha logrado llegar al Palacio Mariyinski, residencia oficial del Presidente de Ucrania. Para quienes no combaten, las estaciones del metro son el refugio ideal, toda vez que ofrece una sólida protección contra los ataques aéreos.
Las fuerzas enemigas lograron avanzar hacia un barrio residencial en el norte de Kiev; desde la mañana de este viernes no han avanzado más en esa parte de la ciudad, pero también representan una amenaza en la parte sur.
Y aunque la fuerza militar de Ucrania no cede, la búsqueda de otras alternativas no se esfuma. Este viernes, tras el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, secretario general de la ONU, insistió en su petición a Rusia de retirar sus tropas, esto tras el veto de la resolución de condena al hecho, un veto impulsado precisamente por el embajador de Rusia, Vassily Nebenzia, quien fungió como presidente.
Al término de la reunión, Sergiy Kyslytsya, embajador ucraniano, pidió un momento de silencio por la paz. “Oren por las almas de quienes ya han sido asesinados y las almas de quienes podrían serlo”, fueron sus palabras, tras informar que hasta el momento se contabilizan casi 900 muertos ucranianos y 316 heridos.
“Estamos abiertos a la negociación de forma permanente, son ustedes los que matan y los que han matado los acuerdos de Minsk”, acusó.
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