Los amagos de Estados Unidos finalmente se convirtieron en una petición formal de consultas contra México por el decreto obre maíz transgénico y el uso de glifosato, y pese a ello, el embajador estadounidense Ken Salazar ha tendido la mano y ha llamado a nuestro país a lograr que esta disputa no escale.
En un pronunciamiento publicado por la Embajada de Estados Unidos en México, Ken Salazar señaló que estas consultas técnicas solicitadas por su país son una oportunidad para que México aborde las preocupaciones en torno a dicho decreto.
“Insto a México a que aproveche esta oportunidad y proporcione los recursos técnicos y la experiencia necesarios para garantizar una resolución exitosa de estos importantes problemas”, indicó Ken Salazar en su pronunciamiento.
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Si bien estaba previsto que México prohibiera de tajo la adquisición y uso de maíz transgénico en enero pasado, con el decreto presidencial del 13 de febrero se retrasa su entrada en vigor hasta el 31 de marzo de 2024.
Legisladores en Estados Unidos advirtieron que ya era momento de “hacer cumplir agresivamente” con el T-MEC, incitando a iniciar una diputa con México.
Ahora que se ha iniciado este procedimiento, se cuenta con un mínimo de 30 días para lograr la resolución de esta disputa bajo las reglas del T-MEC, mientras que Estados Unidos ha insistido en que es necesario que se adopten compromisos basados en un enfoque regulatorio que se base en la ciencia.
Foto: Cuartoscuro
No fueron pocas las ocasiones en las que Estados Unidos dejó saber a México sus preocupaciones en torno a la política de biotecnología, advirtiendo que se podría interrumpir miles de millones de dólares en comercio agrícola.
En respuesta, México ha insistido en que esta medida no generará un impacto comercial, por lo que se carece de fundamentos en el diferendo, y ha advertido que esta disputa por parte de Estados Unidos tiene una motivación de tipo político.
Incluso, en un comunicado publicado por la Secretaría de Economía se mencionó que la postura de México en torno al maíz transgénico es compatible con los compromisos adoptados en el T-MEC y que las restricciones que se implementan tienen su base en evidencia científica.
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