“¿Quién te mandó?” repiten varias voces que rodean al cuerpo de Sergio Saavedra Torres, agente de la Policía de Investigación de Hidalgo, quien está tendido en el suelo, con el rostro cubierto de sangre y a unas horas de morir.
Circula en redes el video del agente siendo linchado por presuntos huachicoleros de la comunidad de Santa María Asunción, Tulancingo; mientras al menos un elemento de la Policía Estatal observa sin hacer nada al respecto.
De acuerdo con una publicación de Santiago Nieto Castillo, encargado del despacho de la Procuraduría de Justicia, los hechos ocurrieron el pasado 15 de octubre, cuando el agente acudió al poblado a cumplir con una orden de aprehensión.
Sin embargo, al llegar al lugar y pretender cumplir con su trabajo, los pobladores acusaron a Saavedra Torres de secuestrar a niñas, por lo que los vecinos lo detuvieron, lo amarraron y lo golpearon; provocando su muerte horas después.
Los pobladores no pudieron comprobar el delito del que acusaron al elemento de la Policía de Investigación; lo que derivó en que otros vecinos solicitaran el apoyo de la Policía Estatal, quienes llegaron al lugar, pero no hicieron nada para que se consumara el linchamiento.
Aunque Santiago Castillo aseguró que las investigaciones continuarán para que el homicidio no quedará impune, hasta el momento no se reportan personas detenidas; tampoco se informó sobre los elementos de la Policía Estatal que acudieron al lugar y no prestaron ayuda a Sergio Saavedra.
ADVERTENCIA. IMÁGENES FUERTES
“¿Te duele mucho, carnal? Así la familia de los morros, carnal”, se escucha una voz masculina recriminar al presunto “robachicos”, quien segundos después pide ayuda; palabras que enfurecen al dueño de la voz que pide gasolina “pa´ ayudarle al compa pa´que de una vez …”.
Una bota llena de sangre luce junto al rostro del agente que apenas puede respirar. Sus agresores siguen preguntando quien lo mandó, pero él apenas puede responder.
Horas más tarde perdió la vida en el hospital del ISSSTE de Pachuca a consecuencia de la golpiza que le dieron.
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