Ni el despliegue masivo de elementos de seguridad en Lima fue suficiente para impedir los brotes de violencia en la megamanifestación de opositores a la mandataria Dina Boluarte. Desde diversos puntos de la capital, los habitantes de las zonas más desfavorecidas de Perú partieron con un único destino: el Palacio de Justicia, donde planearon un mitin para exigir la renuncia de la Presidenta.
Casi de inmediato, la policía intentó evitar el recorrido. Los gases lacrimógenos y uso de fuerza fueron respondidos por los manifestantes, quienes arrojaron adoquines arrancados de la vereda, y aparecieron los primeros enfrentamientos.
A medida que avanzaban, tanto comercios como otro tipo de edificios cerraron sus puertas, pero eso no evitó el daño. Los más de 11 mil efectivos y los miles de inconformes dejaron una estela de destrucción que afectó las construcciones históricas y llegó incluso al aeropuerto internacional Alfredo Rodríguez Ballón, en donde la batalla campal dejó al menos un muerto. Tras la confrontación, tanto el aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón, en Arequipa, como el de Cusco, suspendieron sus operaciones por lo que resta del día y hasta nuevo aviso. Lo mismo hicieron el servicio de transporte público en varias líneas de la capital, y el ferrocarril entre Cusco y la ciudadela inca Machu Picchu.
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Entre los daños también se cuenta un incendio en un antiguo edificio de cuatro pisos semideshabitado cerca de donde se agrupaban centenares de manifestantes, quienes desde inicios de semana habían declarado que su intención era “tomar Lima”.
Con la noticia de otro fallecimiento ocurrido hoy, pero ocasionado por los disparos en los enfrentamientos de ayer, la suma de decesos ya alcanza los 44 peruanos que han perdido la vida desde que estalló la crisis, el pasado 7 de diciembre pero fuentes alternativas estiman que la cifra ya rebasó los 50.
El secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), cuya organización está detrás de la marcha, pronosticó una protesta de larga duración hasta la dimisión de la Presidenta.
Ante los hechos, la Presidencia del Consejo de Ministros, extendió por 30 días el Estado de Emergencia en la capital, y la presidenta Boluarte acusó a los manifestantes de intentar “generar caos para tomar el poder”.
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Miles de manifestantes toman Perú; exigen la renuncia de Dina Boluarte