Uno de los líderes talibanes más discretos del gobierno afgano, Sirajuddin Haqqani, mostró por primera vez su rostro este sábado en una ceremonia oficial en la capital Kabul.
“Para su satisfacción y para establecer su confianza (...) comparezco ante los medios de comunicación en una reunión pública con ustedes”, dijo Haqqani en un discurso durante una ceremonia de promoción de la academia de policía.
Las fotos de Haqqani tomadas el sábado fueron ampliamente compartidas en las redes sociales por funcionarios talibanes.
Como muchos de los altos dirigentes del régimen talibán, apareció con una larga barba y un turbante negro rematado con un chal blanco. Lo hizo para que “vean lo valioso que es nuestro liderazgo”, dijo.
Hasta ahora, la única foto conocida de Haqqani, que dirige el Ministerio del Interior, estaba en un cartel de búsqueda del FBI. El talibán solo había aparecido en fotografías y videos de espaldas o con el rostro siempre difuminado.
Hasta su toma de posesión en agosto, Sirajuddin Haqqani era a la vez uno de los tres subjefes de los talibanes dirigidos por Hibatullah Akhundzada y el jefe de la poderosa red que lleva su nombre.
El propio Akhundzada no ha sido visto en público desde que los talibanes tomaron el poder y algunos analistas afganos creen que podría estar muerto.
La red Haqqani está acusada de haber llevado a cabo algunos de los atentados más violentos perpetrados por los talibanes en Afganistán en los últimos 20 años.
Haqqani sigue estando en la lista de los más buscados del FBI, que ha prometido hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su detención. El organismo reproduce una foto de su rostro, pero de perfil y cubierto con un chal, y dos bocetos en blanco y negro de su cara.
La aparición pública del ministro sugiere un aumento de la confianza de los talibanes en su control del país.
Varios diplomáticos estuvieron presentes en la ceremonia, entre ellos el embajador de Pakistán, aunque ningún país ha reconocido aún al régimen fundamentalista islámico. MAAZ