Líder ‘supremo’ de talibanes pide hallar y ‘erradicar’ a infiltrados
El mulá Hibatullah Akhundzada, dio instrucciones a los dirigentes del movimiento para que encuentren y "erradiquen" a los posibles adversarios infiltrados en sus filas, tras una serie de sangrientos atentados contra el nuevo régimen
El “líder supremo” de los talibanes, el mulá Hibatullah Akhundzada, dio el jueves instrucciones a los dirigentes del movimiento para que encuentren y “erradiquen” a los posibles adversarios infiltrados en sus filas, tras una serie de sangrientos atentados contra el nuevo régimen.
“Todos los veteranos (...) deben inspeccionar sus filas y comprobar que no hay entidades desconocidas que trabajan en contra de la voluntad del gobierno y erradicarlas lo antes posible”, dijo Hibatullah Akhundzada en un inusual discurso retransmitido por portavoces del gobierno.
Desde su llegada al poder el 15 de agosto, los talibanes se enfrentan a una oleada de atentados de la rama afgana (EI-K) del Estado Islámico, otro grupo islamista de origen sunita aún más radical.
El martes, al menos 19 personas, entre ellas un alto cargo talibán, murieron en un ataque contra un hospital militar en Kabul reivindicado por el EI-K.
Después de haber reclutado mucho para volver a tener Afganistán bajo su control, los talibanes temen la posible infiltración de militantes rivales, especialmente entre los nuevos reclutas.
Según Hibatullah Akhundzada, cada responsable de unidad “tiene que conocer y pasar tiempo con cada uno de sus combatientes para ayudarlos en su trabajo y comportamientos”.
Pero “ningún combatiente tiene que ser tratado de manera cruel o violenta”, añadió.
Con más de 20 años de una violenta insurgencia armada, los talibanes están organizados en cientos de unidades y subgrupos pertenecientes a varias facciones, a veces enfrentadas entre sí.
Como “líder supremo”, Hibatullah Akhundzada, que vive en la clandestinidad, es el responsable de mantener la unidad y dictar las principales directrices internas del movimiento.
A la espera de un hipotético reconocimiento internacional, el movimiento islamista también intenta evitar que sus tropas cometan errores o “desbordes”.
La semana pasada, tres invitados de una boda fueron asesinados por hombres que se hicieron pasar por combatientes talibanes porque se tocó música durante la celebración. El gobierno condenó esa acción.