El suceso impactó a la entidad y al país entero. El secuestro de 16 funcionarios de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadano de Chiapas (SSyPC) puso en alerta a autoridades y sociedad, pero para el presidente Andrés Manuel López Obrador se trató de un enfrentamiento entre bandas criminales, para el que bastó un regaño.
Fue la tarde del martes, mientras 16 trabajadores administrativos (aunque en un principio se decía que eran 14) transitaban por la carretera Ocozocoautla y Tuxtla Gutiérrez, cuando fueron secuestrados por personas armadas y chalecos antibalas, en al menos tres camionetas.
En un video que circuló por redes sociales, los cautivos expusieron las condiciones de sus secuestradores para dejarlos en libertad, entre ellas, las renuncias de los mandos de la SSyPC: Francisco Orantes Abadía, subsecretario de la dependencia; Roberto Yahir Hernández Terá, director de la Policía Estatal Preventiva; y Marco Antonio Burguete Ramos, titular de la Policía Estatal Fronteriza.
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Más tarde, familiares de los secuestrados exigieron al gobierno de Chiapas, que encabeza Rutilio Escandón, que intercediera para el regreso con vida de todos los hombres privados de la libertad.
Mientras tanto, desde Palacio Nacional, el mandatario aseguró que está trabajando para liberar a los trabajadores del penal de Ocozocoautla, que la instrucción es que se rescate con vida a los involucrados. Sin embargo, aseguró que se trató de un conflicto entre bandas contrarias de la delincuencia.
“Y decirles a los delincuentes que no va a haber impunidad, o sea, que no piensen que es como antes de que pueden cometer delitos y tienen a García Luna o a su equivalente, ¿no?, que los va a proteger. Ya no hay agarraderas, el gobierno no es cómplice de la delincuencia, entones que no estén pensando que somos iguales, para que no dañen a nadie, que no dañen. Y vamos a continuar garantizando la paz, la tranquilidad”, advirtió.
López Obrador explicó que “es común” en la región los enfrentamientos entre bandas criminales, pero les mandó un mensaje que usa comúnmente con los narcotraficantes: que los liberaran o los acusaría con sus padres y sus abuelos.
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