El presidente de Burkina Faso, Michel Kafando, fue puesto en libertad tras el golpe de Estado efectuado el jueves, mientras el primer ministro, el teniente Isaac Zida, continúa “bajo arresto domiciliario”, informó en un comunicado el consejo golpista, que también ha liberado a algunos ministros del Gobierno de transición.
La puesta en libertad de Kafando se produjo después de que varias instituciones como Naciones Unidas o la Unión Africana exigieran en repetidas ocasiones la liberación del mandatario.
El pasado miércoles, la guardia presidencial irrumpió en el Consejo de Ministros y se llevó “como rehenes” a Kafando, un exembajador de la ONU, y a Zida, que posteriormente fueron trasladados a un campamento militar en la capital, Uagadugú.
Tras la liberación, el presidente del consejo golpista, el general Gilbert Diendéré, tenía previsto reunirse con miembros de la comunidad internacional para dialogar y encontrar una solución “duradera y consensuada” a esta crisis.
PROTESTAS CONTRA EL GOLPE
Ayer, una facción del Ejército (la guardia presidencial) disolvió el Gobierno y proclamó presidente del consejo golpista a Diendéré, exjefe del Estado Mayor en el antiguo Gobierno de Blaise Campaoré, derrocado por una revuelta popular a finales del pasado año.
Poco después, los burkineses salieron a la calle para protestar contra el golpe. Durante las manifestaciones en la capital, al menos una persona murió y cerca de 60 resultaron heridas al ser tiroteadas por soldados.
El golpe de estado ha truncado la transición democrática en este país africano, que debía celebrar el próximo 11 de octubre elecciones presidenciales.
Vía DW
