Luego de que atropellara a 24 adultos mayores, Antonio Camacho Contreras fue liberado por su responsabilidad en el incidente.
El también adulto mayor narró que el tapete de su auto se atoró bajo los pedales, bloqueando el acelerador, por lo que no logró controlar el auto y acabó hiriendo a los abuelitos que habían ido a cobrar su pensión del gobierno federal.
Cabe señalar que Camacho Contreras también acudía a cobrar la ayuda social en el Banco del Bienestar ubicado en la calle Francisco I Madero en Rio Bravo, Tamaulipas.
Visiblemente afectado por la situación, contó a El Universal que es un conductor experimentado; pues lo hace desde hace muchos años y ha sido chofer de transporte de pasajeros y de camiones pesados.
Aclaró que no se quedó dormido como se había dicho al inicio. Explicó que al salir de corar la pensión, le dio 500 pesos a Florinda Morales López para que comprara la despensa.
Tragedia por todos lados
Ambos adultos mayores se sustentan de la venta de catón para sobrevivir en su casa construida con lámina y madera.
“Yo fui por el carro que estaba estacionado en la escuela. Le di la vuelta a la manzana y cuando iba por la calle Francisco I Madero que se acelera el mugroso carro, falló; traía un tapete y se atoró con el acelerador, yo no pude controlarlo, lo apagué; pero con la velocidad que llevaba, alcanzó a llevarse a toda la pobre gente, le dijo al medio de comunicación.
Afirmó que fue un accidente, pues no tenía intención de causar daños. Narró que, tras el atropello, se bajó a ver lo que había pasado y que estuvieron a punto de lincharlo, pero lo subieron a la patrulla antes.
Estuvo tres días detenido en la cárcel municipal, pero la tragedia no quedó ahí, ya que dio a conocer que dejó su cartera en el carro y aunque apreció esta, el dinero de la pensión fue robado.
Afirmó que el dinero no importa, lo que le interesa es la salud de las personas que resultaron dañadas. Reveló que “el presidente municipal nos ayudó”, ya que “ellos hablaron con las personas que están lesionadas, dieron sus firmas para que saliera libre, le pido a Dios que se alivien rápido”.
Con un raspón en la nariz y un dolor en la espalda, sigue enfrentado el proceso en libertad porque la carpeta de investigación sigue abierta.
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