Beirut vivía este miércoles “una situación apocalíptica” un día después de dos enormes explosiones provocadas por toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto de la ciudad, que provocaron más de cien muertos, miles de heridos y dejaron sin techo a cientos de miles de personas.
Según el último balance del ministerio de Sanidad, murieron 113 personas, hay decenas de desaparecidos y más de 4 mil heridos.
El gobernador de Beirut, Marwan Aboud, indicó que hasta 300.000 personas se quedaron sin domicilio debido a los enormes daños que, según él, afectaron a más de la mitad de la capital de unos dos millones de habitantes.
Según las autoridades, unas 2.750 toneladas de nitrato de amonio, almacenado “sin medidas de seguridad” en el puerto de Beirut están en el origen de las explosiones, las peores de la historia de la capital libanesa.
Por su parte el gobierno decretó el estado de urgencia durante dos semanas en Beirut y pidió el arresto domiciliario a los responsables de almacenar el nitrato de amonio.
“La situación es apocalíptica, Beirut jamás ha vivido esto en su historia”, consideró el gobernador.
“Parecía un tsunami, o Hiroshima [...] Fue un verdadero infierno, algo me golpeó en la cabeza, y todos los objetos comenzaron a volar a mi alrededor”, contó a la AFP Elie Zakaria, un habitante del barrio de Mar Mikhail, frente al puerto.
“Es una masacre. Salí al balcón, vi gente gritando, ensangrentada, todo estaba destruido”, añadió.