La violencia obstétrica es uno de los principales motivos de discriminación en México, donde una de cada tres mujeres o personas con capacidad de gestar ha sido víctima de maltratos, procedimientos incorrectos o falta de atención en el parto, según el informe Justicia Olvidada, del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
Aunque la muerte materna es la máxima manifestación de la violencia obstétrica, los gritos y regaños son la forma más común de este delito al ser reportado por 37.4% de las personas gestantes que aseguraron sufrir al menos un tipo de agresión durante el parto.
El retraso deliberado de la atención médica ocupa el segundo lugar entre las formas de violencia obstétrica más comunes en México con 34.4% de las menciones; algunas mujeres aseguran que entre más pedían ayuda a causa del dolor mayor era el maltrato del personal de salud que incluso llegaba a prolongar la colocación de medicamentos para aminorar estas molestias.
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Las mujeres entrevistadas también denunciaron otros actos de violencia que ponen en riesgo su salud reproductiva como son la esterilización sin consentimiento o la presión médica para aceptar métodos anticonceptivos que no van acorde a su plan de vida, así como la firma de papeles involuntaria.
Datos de este informe revelan que Yucatán, Veracruz, Aguascalientes, Guerrero, Quintana Roo y estado de México tienen un grado de impunidad crítico en los casos de violencia obstétrica, mientras que en otros 24 el nivel se mantiene alto, y sólo Campeche alcanza una puntuación baja en este apartado.
El reporte también señala que Guerrero ocupa el primer lugar en quejas por violencia obstétrica ante el Órgano Interno de Control de las Secretarías de Salud Estatales con 38 en un periodo de cinco años, pero los expertos advierten que estas cifras tienen un importante subregistro debido a la falta de denuncias.
Los datos del informe demuestran que la mayoría de las quejas por muerte materna se archivaron por falta de elementos, mientras que en otras formas de maltrato solo
4.7% concluyeron en acciones para disciplinar al personal de salud responsable.
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