Caracas. Los dos presos más emblemáticos de la oposición venezolana, Leopoldo López y Antonio Ledezma, que guardaban arresto domiciliario, fueron devueltos a prisión porque supuestamente planeaban fugarse y debido a su llamado a no votar en la Constituyente del presidente Nicolás Maduro. López, de 46 años, y Ledezma, alcalde de Caracas de 62, fueron detenidos por agentes del servicio de inteligencia (Sebin) en la madrugada de este martes, indicaron sus familiares, haciendo responsable a Maduro de la vida de ambos. “Se recibieron por fuentes de inteligencia oficial información que daban cuenta (sic) de un plan de fuga de dichos ciudadanos, por lo cual y con la urgencia del caso, se activaron los procedimientos de resguardo correspondientes”, señaló el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en un boletín de prensa. López y Ledezma fueron recluidos en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, confirmaron sus abogados y parientes. El alcalde fue sacado de su casa en pijama, según imágenes publicadas en redes sociales. Su esposa, Mitzy Capriles, pidió desde España que un “equipo forense” examine al dirigente. En los últimos días, ambos líderes habían publicado videos en los que instaban a no votar en la elección, el domingo, de la Asamblea Constituyente. El TSJ precisó que López tenía prohibido hacer “proselitismo político” porque su sentencia está en firme, mientras Ledezma tenía la “obligación de abstenerse de emitir declaraciones ante cualquier medio”.
Paso en dirección errónea
En la primera reacción del gobierno, el ministro de Educación y promotor de la Constituyente, Elías Jaua, opinó que las declaraciones de ambos dirigentes llamaban al desconocimiento de las instituciones y resultados de la votación. Los comicios, en los que la oposición decidió no participar por considerarlos fraudulentos, transcurrieron en medio de manifestaciones violentas que dejaron una decena de muertos. Con ello se elevó a unos 125 la cifra de fallecidos desde que iniciaron las protestas opositoras hace cuatro meses. López había sido excarcelado y puesto en arresto domiciliario el pasado 8 de julio por orden del TSJ, al que se acusa de servir al gobierno, quien argumentó motivos de salud. Como intercesor de esa medida actuó el exjefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien intenta establecer un diálogo entre gobierno y oposición para resolver la grave crisis política de Venezuela. López había vuelto a casa tras cumplir en Ramo Verde tres años y cinco meses de la pena de casi 14 años a la que fue condenado por incitar a la violencia en protestas contra Maduro, que dejaron 43 muertos en 2014. Ledezma, por su parte, fue capturado el 19 de febrero de 2015 en su oficina y en abril de ese año recibió casa por cárcel por motivos de salud. Está acusado de una supuesta conspiración contra el mandatario. Estados Unidos dijo estar “profundamente preocupado” por los encarcelamientos, mientras la Unión Europea los condenó como un “paso en la dirección errónea” y Brasil exigió su “liberación inmediata”. El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU declaró este martes que está “profundamente preocupado” por el encarcelamiento de dos líderes opositores venezolanos, y urgió a Caracas a liberar a todos aquellos que ejercen sus derechos democráticos. La revocatoria de la prisión domiciliaria para ambos dirigentes elevó la tensión a horas de que se instale la Constituyente en el Palacio Legislativo, donde sesiona el Parlamento de mayoría opositora. Para el miércoles, cuando se prevé que asuma la asamblea que cambiará la Constitución, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a una marcha en Caracas que denunciará la “ilegitimidad” de la Constituyente. Ese criterio es respaldado por una decena de países, entre ellos Estados Unidos, que el lunes sancionó a Maduro por “ruptura del orden constitucional” y lo calificó de “dictador” (Foto: Especial). MR